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I'm not a princess.


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El silencio de la madera quemar era el único ruido que se escuchaba en aquella cueva, tanto Marie cómo Hope se quedaron dormidas luego de que ninguno de los lobos se atreviera a hablar sin la presencia de quién fueron a buscar.

Las dos necesitaban respuestas, pero en su lugar recibieron el silencio del grupo de lobos, el par de faunos presentes se encargaron de proporcionar una manta para que no pasaran tanto frío, aquella acción bajó la desconfianza que sentían hacia ellos.

Uno de los lobos que patrullaba el lugar sintió el hedor de alguien y se puso alerta, los faunos se levantaron y observaron al animal gruñir, el ruido que emitía despertó a Marie, quien con cuidado de no despertar a su amiga se movió para ver que ocurría, uno de los faunos la puso detrás de él en señal de protección, una protección que no necesitaban ante la llegada de quién estuvieron esperando.

Un hombre que no aparentaba pasar de los veinte apareció frente a ellos, su cabellera rubia con copos de nieve y su semblante alarmado fueron las primeras cosas que pudo ver Marie.

— Debemos irnos de aquí, no es seguro, ellos nos siguieron.

— D-despertaré a Hope. —murmuró Marie, confundida con todo lo que estaba sucediendo se acercó a Hope la cual ante el movimiento de su brazo abrió los ojos alarmada.

— Creí que fue un sueño.

— Ya somos dos. —musitó Marie mientras la ayudaba a levantarse— Al parecer tenemos que irnos.

— ¿A dónde?

— Un lugar seguro, princesa. —exclamó el rubio extendiendo dos abrigos para cada una.

— Prin... ¿Qué? —cuestionó Hope ante las palabras dichas.

— Larga historia, se lo voy a explicar, pero ahora debemos salir de aquí, no podrán distraerlos por mucho tiempo.

— ¿Dijo princesa? —inquirió Marie.

— Cada vez entiendo menos. —murmuró Hope mientras tomaba de la mano a Marie y caminaban hacia donde se encaminaba el recién llegado, pero Hope notó algo, observó la cueva en busca de alguien— ¿Dónde está el lobo negro?

— Afuera.

— ¿Cómo sé que podemos confiar en ti? —cuestionó deteniéndose con miedo de seguir al desconocido, aun cuando el otro lobo y los faunos parecían confiar en él.

— Si quisiera hacerte daño ya lo habría hecho. —comentó— Déjame protegerte.

Hope fijó su mirada en el desconocido, una parte de ella gritaba que confiara y lo hizo, tomó la mano del hombre y con la otra sujetó mejor a su amiga para así junto a los faunos y lobo salir de aquella cueva, con la única esperanza de huir de lo que sea que estuviera detrás de ellos.

Someday ➳ Peter PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora