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I don't blame you.


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Marie Weller y Hope Benson tenían una extraña pero admirable amistad, ambas les gustaban tocar la fibra de la paciencia de cada una como si fuera lo más entretenido, el dúo tenía su propia personalidad, su manera de pensar y actuar, mientras que Hope era más calmada y alegre, dispuesta a ayudar a otros, Marie era más fría, más perfecta a la vista de otros, alguien que no se ensuciaría las manos a no ser que fuera por su propio bien, pero aun así ambas encontraban en la otra su parte faltante.

La una le aportaba cualidades que a la otra le faltaba, Hope lograba que Marie quisiera ensuciar sus manos o sonreír más de la cuenta, mientras que Marie lograba que Hope llegara a ser egoísta y pudiera pensar en ella al menos un poco, el par de amigas eran completamente diferentes en varios aspectos, pero eran esas cosas las que lograba que pudieran encontrar un balance y aun así cada una por separado seguía pareciendo una completa caja de sorpresas para quienes no las conocían.

Marie era alguien difícil de tratar, Hope fue víctima de aquella actitud que tenía incluso cuando apenas eran unas niñas y aun así ella terminó colándose poco a poco en el frío corazón de Marie, incluso si ella no lo decía en voz alta muy seguido o más bien, no lo decía casi nunca Hope Benson era una de las personas más importantes en su vida, por no decir quizás la única, atesoraba cada momento con ella, solo por ser Hope, por lo que no fue un completo misterio para ella cuando sintió una incomodidad en su pecho ante su atrevida acción de hace un par de horas.

¿Estaba preocupada? Mucho, pero no podía mostrarlo, no quería verse como alguien que podía verse afectada por algo como eso, pero no podía evitarlo cuando pensaba en toda la situación descabellada por la que ambas estaban pasando.

Noah Rudd se aseguraba que Marie era un completo dolor de cabeza, incluso si tan solo convivió con ella por un par de horas no podía dejar de pensar en la idea de que lanzarla al rio era una idea tranquilizante; insoportable y mal educada, así es como la calificó, pero vio la preocupación ocultarse tras un insulto hacia Hope al verla en la lejanía, incluso vio el alivio en su cuerpo cuando escuchó su nombre ser gritado por la misma rubia que fue insultada.

— Eres una estúpida. —musitó Marie luego de haber sido tacleada al suelo a causa del abrazo que Hope le proporcionó, ambas estaban en el suelo seguramente con más de una suciedad en su ropa, pero ya no importaba, porque el alivio en los ojos al ver la cabellera rubia despeinada de su amiga fue suficiente para quitar esos pensamientos quisquillosos— No vuelvas a hacer algo tan estúpido como lanzarte de un precipicio.

— A la siguiente te llevo conmigo.

— ¡Por supuesto que lo harás! —chilló volviendo a colocar los brazos alrededor del cuerpo de la otra.

— Gracias por cuidarla, Noah.

— Él no hizo nada. —murmuró Marie mientras se levantaba y limpiaba los rastros de suciedad de su ropa.

— Le habría cortado la cabeza de no ser porque es tu amiga.

— ¿Cortar mi cabeza? —inquirió— ¿Quién te crees que eres? ¿La reina de corazones?

— Niños no peleen. —molestó Hope con una sonrisa mientras ponía su mano en los hombros de ambos y enfocaba su atención en Noah— Aslan dijo que quería verte.

— ¿Quién es Aslan? —preguntó en un susurró Marie luego de que Noah se fuera.

— Un león gigante que habla, probablemente lo conozcas luego. —respondió— Por cierto, no sabes con quién me encontré.

— ¿Los niños de esa profecía? —ella asintió— ¿Y bien?

— Mira allá. —señaló hacia donde podía ver a Susan y Lucy, Peter no se encontraba tan cerca, pero con ver a ambas el rostro de Marie cambio a uno de sorpresa y quizás de molestia ante la implicación de que cierto rubio también estaba por ahí.

— No puede ser...

— Al ver a Lucy de verdad creí que esto no podía ser más loco, ven será mejor que te dé otra ropa has llevado eso por mucho tiempo.

— No voy a usar de esos feos vestidos que estás llevando.

— Grosera. —masculló, pero igual sonrió.



─ ✦ ─



Hope no pudo evitar dejar salir un sonido ahogado al ver cómo la espada de Peter atravesaba al lobo, ella fue de las últimas personas en llegar hacia donde la conmoción tenía presencia luego de que el cuerno de Susan se escuchara en el campamento, los ojos de la joven observaron al moribundo lobo quien colocaba su atención en ella.

Noah detuvo a Hope de acercarse, pero algo más fuerte en ella le pedía caminar hacia donde estaba el animal, Aslan dijo que los lobos que seguían a Jadis una vez fueron habitantes de Virdlan, en otras palabras, ellos fueron parte de su gente y por más extraño que parecía ella sentía la necesidad de caminar a él, fue gracias al león quien pudo acercarse, aun así, Noah la siguió de cerca.

Peter la miró arrodillarse frente al lobo, su mano se aferró al mango de la espada como si estuviera dispuesto a defenderla en caso de que algo ocurriera, pero no hubo movimiento alguno del lobo, las manos de ella tocaron la cabeza del animal para ponerla sobre su regazo, sorprendiendo a cada uno de los que estaban ahí al ver la gentileza que daba con alguien que estuvo dispuesto a asesinar hace un par de segundos.

— Volvió... —susurró el lobo con las pocas fuerzas que le quedaban— Puedo sentirlo.

— No hable...

— E-espero, espero puedo perdonarme... Le fallé. —Hope sonrió con suavidad y negó con la cabeza.

— Está bien, puedes descansar, no te culpo.

El lobo puso su mirada una última vez en la adolescente de cabellos dorados y cerró los ojos, Hope pudo sentir dar su último aliento, su corazón se sintió pesado y el nudo en su garganta parecía empeorar, su mano acaricio una última vez al animal y dejó su cabeza descansar en el suelo a su costado antes de poder mirar a Aslan.

—¿Puedo darle un entierro digno? —cuestionó— Quiero decir... ¿Sería correcto?

Aslan miró detrás de él para pedir a uno de los faunos para que pudieran ayudarla, los lobos que estaban presentes caminaron detrás de quienes ellos estarían dispuestos a proteger incluso dando su propia vida. La situación por la que muchos de sus antepasados tuvieron que pasar fue algo que ellos solo escucharon en diferentes historias, pero el sufrimiento seguía ahí Jadis les arrebató todo, pudieron ver en primera persona como su gente traicionó cada uno de los ideales que ellos tenían.

Por lo que fue casi una completa sorpresa ver qué la desconocida quien no tenían una conexión todavía con ninguno de ellos pudiera mostrarse tal y como en historias se hablaba de la primera reina.

Someday ➳ Peter PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora