Capítulo 1

837 26 10
                                    


Unos pequeños pasos revoloteando por la habitación despiertan a Malú. Una niña de no más de cinco años corre por la habitación de arriba abajo.

-¡Mami, Mami! – Se tira en la cama de su madre.

-¡Buenos días!- Y empieza un ataque de cosquillas.

A Malú se le habían pegado las sabanas, aunque era sábado y no tenía responsabilidades del trabajo, normalmente, se levantaba pronto hacia el desayuno limpiaba cuatro cosas de la casa. Su vida había cambiado tanto, de golpe se había convertido en su madre.

-¿Iremos al parque hoy? – pregunto la niña intentando escapar de las garras de su madre.

-¡Pues claro! Iremos por la mañana, que por la tarde tienes que ayudar a mami a ponerse guapa.

-¡Sí! Yo te peino. ¿Dónde vas? – pregunto la niña ilusionada.

-¡Pues tengo un evento súper importante!

A la niña le encantaba ayudar a su madre arreglarse para los eventos que tenía.

Se levantaron de la cama, Albert había preparado el desayuno.

-¡Buenos días a mis princesas! – dijo mientras las dos se acercaban a la mesa para comer las tortitas que había preparado.

-¿Te acuerdas que esta noche te tienes que quedar con la niña?

-¡Sí, me acuerdo! Lo que no os podré acompañar al parque tengo que preparar unas cosas así esta noche estoy libre.

-¡Jope, papá!

-¡Bueno, cariño no te preocupes, será una mañana de chica!

Las dos chicas se prepararon para ir al parque. Malú había pedido a todos los medios un respeto hacía su hija, no había ni desvelado el nombre ni ninguna imagen de ella, a cambio Malú asistiría a más eventos y haría más entrevistas que no tuvieran que ver con su hija. Quería mantenerla lejos de todos los focos, quería mantenerla lejos de Vanesa.

Sí, aun la pensaba. Dicen que un primer amor no se olvida y Malú sabía que jamás iba sentir lo que sintió con Vanesa por ninguna otra persona. Por eso su hija llevaba su nombre, eso había causado una discusión muy fuerte con Albert, pero después de cinco años de que la niña naciera, Albert ya aceptaba que se llamara Vanesa. No tenía ningún remedio, era eso o Malú se iba con la niña. Malú y su carácter fuerte.

La niña al ver el parque salió disparadísima, estaba su amigo Daniel en los columpios y corrió hasta allí.

Malú le gritaba para que no corriera. Pero la niña ni caso, llegó muy deprisa a los columpios.

Un perro corría en dirección a Malú, ella lo veía, pero venía demasiado deprisa como para tener tiempo de apartarse. El perro se le tiró encima, manchándole toda la ropa.

Detrás del perro, corría una silueta femenina ahogándose de ir tras él.

-¡Vaya, lo siento te ha manchado! – exclamó la voz femenina.

-¡No te preocupes! - cuando las dos levantarlo la vista.

-¿Vanesa?

-¿Malú?

Las dos se quedaron igual de sorprendidas en verse. ¿Cuánto tiempo hacia que no se reencontraba?

-¿Qué haces aquí? – preguntó Malú.

-¡Pasear a Bruno! – contestó irónicamente Vanesa.

-¡Ya eso ya lo veo! ¿No vivías en Málaga? – pregunto dudosa Malú.

A lo que la niña llegó corriendo donde estaba su madre.

-¡Mami, Mami! ¿Podremos comer helado? – dijo tirándole de la camiseta.

Vanesa sabía que Malú había sido madre, pero de saberlo a verlo, había un paso. Era obvio, que Malú siempre había sido su debilidad.

-¿Es tú hija?

-¡Siii! – Exclamó la niña, eufórica.

La hija de Malú era idéntica a Malú, llevaba una larga melena castaño oscuro y unos ojos tan parecidos a los de su madre, poco había heredado de su padre, era la viva imagen de Malú.

-¡Hola! Me llamo Vanesa, encantada- dijo la niña sacando su pequeña mano para saludar.

-¿Vanesa? Pues como yo. – Dijo Vanesa muy extrañada al escuchar el nombre de la hija de Malú.

Vanesa se quedó algo extrañada al ver que la hija de Malú se llamaba como ella.

La niña se rio mucho, le hacía gracia que la señora que acababa de conocer se llamara con ella.

Malú la miro e hizo una pequeña mueca con su rostro.

-¡Bueno, Vanesa, nos vamos ya nos veremos supongo! –Malú cogió en brazos a su hija y se marcharon de ese encuentro tan incómodo.

Vanesa se quedó unos segundos parada, pensando en lo que acababa de ocurrir. Sabía que volver a vivir a Madrid significaba poder reencontrarse con Malú per no se la esperaba encontrar tan pronto, tan de casual.

Vanesa miraba la silueta de Malú desaparecer entre la gente, con su hija. Cómo había cambiado todo. ¿Y por qué Vanesa?

En cuestión de segundos le pasaron tantas cosas por la cabeza. Estaba tan guapa como siempre, le hubiese gustado tener más tiempo para charlar, más tiempo para saber cómo estaba. Pero eso ya era cosa del pasado, ya no había un nosotras. Y no volvería a ver un nosotras.

-----------------------

No me podido esperar más y ya lo he subido, ya conocéis mi impaciencia. 

¿Por qué Vanesa? 

¿Que sucederá? 

(Re) encontrarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora