(Re) encontrarse

Capítulo 2

Su silueta desnuda en la cama a las dos de la mañana solo podía significar algo, una noche de locura y desenfreno. Pero esa vez, el cuerpo desnudo solo podía pensar en ella. En ese encuentro en esas ganas tan suyas de encontrarla otra vez.

A su lado estaba ella soñando sin ser muy consciente de por todo lo que le rondaba la cabeza a Vanesa.

Vanesa se la miraba, tenía una mujer de armas tomar y preciosa en su cama, hacía poco que habían decidido venir a vivir juntas a Madrid.

La búsqueda de piso fue de lo más divertido, buscaban un piso suficientemente grande para las dos y sus dos perros. Si, venían con complementos, entonces encontrar algo de tales características en una buena zona fue de lo más divertido. Pero lo habían conseguido, los perros también se llevaban bien, realmente bien. Como ellas, ellas se entendían de maravilla. Tanto en la cama como en la vida. Al fin Vanesa había conseguido sentar la cabeza, no esconderse era lo que más le gustaba de esa relación, después de Malú se prometió que jamás volvería a esconderse.

Malú otra vez, otra vez en su cabeza, el encuentro de esa tarde le había desajustado toda vida ya completamente controlada. Pero es que lo que más le había desajustado es que su hija se llamara Vanesa. ¡No había más nombres en la tierra! Pensó.

Mónica se movió en medio del sueño, dejando caer su brazo por la cintura de Vanesa.

Vanesa le empezó acariciar de manera automática el brazo. Mónica hacia algún pequeño sonido conforme estaba a gusto.

Era muy tarde, pero Vanesa no conseguía conciliar el sueño. Malú le rondaba por la cabeza constantemente. Pensaba si ella también la pensaría.

***

La niña hacía rato que dormía, pero Malú estaba apoyada en el marco de la puerta observándola dormir. Albert también hacía rato que dormía, pero ella se había desvelado. Verla tan mujer le había dejado el cuerpo revuelto. ¿Qué hacía en Madrid? La niña hizo un pequeño suspiro de sueño profundo.

Su madre le encantaba mirarla dormir, se la veía tan delicada. Todo, absolutamente todo había cambiado tanto. Muchas veces se iba de gira, pero grandes giras dejaron de pasarle por la cabeza. No le gustaba separarse demasiado de su niña mimada.

Vanesa, pensó. Podría mentir y decir que no la había pensado en todo este tiempo, pero cada vez que nombraba a su hija la pensaba. Vanesa y su puta debilidad.

Se dirigió a la cama, allí estaba aquel hombre. ¡Qué quería, sí! Sino no sería el padre de su hija. Pero no era ella. Cuantas veces se imaginó esta escena, pero con ella. Pero, no. Nada volvería a ser como antes, sus vidas se separaron mucho antes de que se pudieran dar cuenta.

El silencio de esa casa, el silencio de su corazón fueron los culpables de que se le escapara una lagrimilla traicionera.

Tenía demasiadas ganas de reencontrársela. De saber de ella, había pasado tanto tiempo, había aprendido a vivir sin ella. Cómo si su hija le hubiese devuelto la parte que Vanesa Martín se había llevado con ella.

Se metió sigilosamente en la cama, pero no conseguía dormirse. Esta tarde había tenido un evento, el cual había estado esperando que apareciese, verla. Necesitaba explicarle porque Vanesa, tenía como la necesidad de explicarle todo. Pero, no. No vino y aunque ella se había pasado la tarde buscándola entre los invitados, saludando a todos sus viejos amigos. Con la misma frase en la boca, la niña muy bien, gracias. Esta grandiosa.

Y así toda la tarde noche, entonces una vez metida ya en cama, con tanto cansancio y aun así no podía dormir. Albert soltaba algún que otro ronquido que eso la hacía volver a la realidad, de donde estaba y quien era.

Entre tanto caos mental, consiguió medio dormirse sobre las cuatro de la mañana. 

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Se que es un capítulo cortito, creedme que es el más cortito de todos. Pero también creo que necesario. 

Si todo sigue igual nos vemos mañana. Si queréis seguirme en tw allí cuento cosas, pregunto a que hora os va bien que suba capitulo, no sé allí podemos interactuar. 

Os dejo mi tw: miss__eme

Un besito a todes y gracias por leerme. Nos leemos!