Capítulo 13

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Malú llegó sobresaltada al colegio de su hija, entre la prisa y lo que acababa de suceder en el vestuario del gym su respiración era algo acelerada.

Llegó al colegio algo alterada, su hijita la estaba esperando con una sonrisa de oreja a oreja y un objeto entre manos, parecía un cd. La niña corrió a los brazos de su madre, que esta la levanto para cogerla en brazos y llenarle la cara de besos.

-¿Cómo está la niña más bonita de Madrid? ¿Qué digo Madrid? ¡Del mundo entero! – Malú empezó hacerle cosquillas en la barriga de su hija, que empezó a reírse a carcajadas.

La risa de su hija, era el salvavidas de Malú.

-¡Mami, mami! ¿Mira que me ha regalado Daniel? – Malú miro sorprendida el cd que llevaba en las manos su hija "Cuestión de piel". Recordaba perfectamente ese cd, esa época y esos años.

-¡No sabía que Vanesa cantaba! ¡y mira! ¡SALES TÚ! – Señalo orgullosa de su madre.

Malú se le cambió por completo la cara, todos esos recuerdos le golpeaban la memoria un a uno, los buenos, los malos... Todos.

La niña bajo de los brazos de su madre y andaba cogida al cd como si de un tesoro se tratase.

¿Cuántas noches, se durmió Malú abrazada a ese cd?

-¡Lo pondremos en el coche! ¡Quiero escuchar vuestra canción! – dijo ilusionada la pequeña Vanesa.

Vanesita puso el cd al subirse al coche. Y busco rápidamente el número de la canción, parecía mentira como dominaban ahora los niños las nuevas tecnologías.

A la que sonó los primeros acordes a Malú se le escapo una lágrima, intentó disimular que no la viera su hija, pero Vanesa era especial y percibía demasiado las cosas.

Le cogió la mano a su madre que esta la tenía en el cambio de marchas. Malú rompió a llorar aún más. Se acababa de dar cuenta que estaba jodidamente enamorada de Vanesa y que nada volvería ser como antes.

Al llegar a casa, Vanesita sacó el cd y lo guardo en la caja.

-¡Mami!- Le dijo la niña mirando como su madre no paraba de llorar.

Malú se limpió las lágrimas con la camiseta.

-¿Qué pasa mami? – pregunto la niña.

Malú respiro hondo.

-¡Verás hija! – La niña la miraba con asombro, como cada vez que le explicaba algo su madre.

Se acomodo en el asiento del copiloto.

-Vanesa y yo, éramos íntimas amigas.

-¿Cómo Daniel y yo? – preguntó la niña.

-¡Exacto! Lo hacíamos todo juntas, íbamos a un montón de conciertos...- Malú se le escapo otra lágrima al recordar eso, sabía que algún día esto pasaría. No estaba preparada para contarle a la niña que en realidad Vanesa era su ex novia.

-¡Mami! Pero yo quiero que Daniel sea mi novio, ¿Tú querías que Vanesa fuera tú novia? – Esa pregunta con tanta libertad de la niña no se la esperaba.

-¡No cariño! No ves que Vanesa es una chica... - Malú y sus prejuicios.

-¿Así que te gusta Daniel? – Dijo desviando el tema.

-¡Si! Y creo que yo también le gusto, por eso me atraído este cd hoy.

-¡Eso es genial! Pero venga, basta de charla. Vamos a comer que si no no llegarás a las clases de la tarde.

Las dos entraron por la puerta de casa sonrientes, Albert trabajaba todo el día fuera de casa y comían siempre la hija y la madre juntas.

La niña no paraba de explicarle cosas de la clase, súper ilusionada. Era muy fuerte el vínculo que tenían, Vanesita le contaba absolutamente todo a su madre, que hoy no la estaba escuchando no podía parar de pensar que se había acostado dos veces con Vanesa.

-¡Mami! ¿Le podrás pedir a Vanesa que me firme el cd? – le dijo la niña dándole el cd.

-¡Claro corazón!

Malú volvió a dejar a su hija al colegio.

Llamó a Vanesa, creo que tenían una charla pendiente.

-¿Si?

-¡Vanesa! Soy Malú.

-Lo sé

Las contestaciones de Vanesa eran cortantes.

-¿Qué te pasa? – preguntó Malú

-¿Qué quieres otro polvo? – respondió irónicamente Vanesa.

-¡Oye! Que si nos acostamos fue porque las dos quisimos. – Replicó Malú

-¡Ya! ¿Y qué quieres?

-No sé qué coño te pasa, pero cuando te pones así no te soporto.

-Malú...- suspiró y al pronunciar su nombre todo su mundo se tambaleo. Unos segundos de silencio.

-¡Te llamaba porque creo que tenemos que hablar!

Un largo silencio se quedó al otro lado del teléfono. ¿Cuántas veces más iban a tener esa conversación?

-¿Vanesa?- preguntó Malú ante tanto silencio.

Vanesa tenía un nudo en la garganta que le impedía hablar.

-¡Esta bien! ¿Vienes a cenar a casa esta noche? -

-¡Vale!

Y la llamada se cortó con un tonó frió y cortante.

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Aquí va otro capítulo ¿Que os parece? Os leo. 

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