Capítulo 3 - El Show

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- ¿Buscas a alguien? - Escuché esa voz ronca cerca de mi oído. Estremeci

- No... solo quería saber dónde ibas a dormir.

Ella pasó por mí, me analizó durante unos segundos y sonrió maliciosamente. De repente pensé que aquella blusa estaba mostrando demasiado, crucé mis brazos sobre mi pecho incómodamente.

- Pretendo dormir en mi cama - respondió como si fuera lo obvio.

- Bien... ¿y dónde dormiré yo? - Pregunté aún sabiendo dónde aquello nos llevaría.

- Princesa, lamento decírtelo, pero solo hay una cama en la habitación, y no dormiré en el suelo.

Genial, dormiríamos en la misma cama. Esto se estaba poniendo cada vez mejor.

Me acerqué a su cama y la inspeccioné. Pensé en la cantidad de mujeres que pasó por esa cama y lo que ella debería hacer con ellas allí. Como si leyera mis pensamientos, prosiguió.

- Lavo las sábanas dos veces por semana.

Me senté en la cama y rápidamente me cubrí con la manta que había allí. Lauren estaba de pie junto a la cama. Se sacó la camisa por la cabeza y la tiró al suelo al otro lado de la habitación. Creo que olvidé cómo respirar por unos segundos. Ella tenía un cuerpo bien definido. No podría ser más perfecta. Nunca he visto el cuerpo de una mujer tan hermosa, no es que haya visto muchos, pero el suyo era, de lejos, el mejor.

Me perdí un poco en su abdomen cuando me di cuenta de que estaba a punto de quitarse los pantalones, rápidamente volví a la normalidad.

- ¡¿Qué estás haciendo?! - Pregunté alzando la voz. Ella se detuvo un poco asustada por mi reacción.

- Dije que dormía desnuda - ella respondió de manera casual.

En ese momento, me desesperé. No podía dormir con ella. Intenté salir de la cama con prisa, pero me enredé con las sábanas y terminé cayendo al suelo. Caí a cuatro patas como una idiota apestosa, que es lo que soy. Me levanté antes de que ella pudiera acercarse lo suficiente para ayudarme.

- Por Dios, relájate, Princesa - dijo sonriendo negando con la cabeza.

- ¡No puedes dormir desnuda si me duermo contigo!

- No parecías quejarte cuando me quitaba la camisa - sonrió arqueando las cejas. Me sonrojé.

- ¿Sabes qué? Creo que será mejor que me duerma en la sala. - Dije dándome la vuelta para salir de la habitación. Ella me cogió del brazo y se puso delante de mí.

- Solo estaba bromeando. Puedo dormir con mis pantalones si lo prefieres.

Me miré los pies, avergonzada. No conseguía mirarla. Ella me llevó cerca de la cama y se acostó.

- Vamos, no te morderé. - dijo, dando palmaditas en el colchón, indicando para que me acostara a su lado. Me acosté y la miré fijamente durante unos momentos. - No haré nada, lo juro. - Habló seriamente, pero luego completó: - Solo si lo quieres, por supuesto.

- No lo quiero. - dije rápidamente. - Es increíble, hace menos de 4 horas que acordamos que volveríamos a empezar, sin coqueteos ni frases obscenas y ya estás intentando acostarte conmigo.

- ¿Quién dijo que estoy intentando acostarme contigo? - Suavizó la expresión de su cara y añadió casualmente: - Además, ni siquiera eres mi tipo.

No lo soporté. Me eché a reír a carcajadas. Por primera vez desde que la conocí me divertí con algo que ella dijo. En realidad, era la primera vez en años que me reí de esa manera. Cuando finalmente dejé de reírme, la miré fijamente, ella me miraba con una mezcla de curiosidad y sorpresa en su cara. Me sonrió, pero no esa sonrisa vulgar y burlona. Me dio una verdadera sonrisa. Una magnífica sonrisa. Ella estaba sorprendida de que yo me estuviera riendo y divirtiendo en su presencia, eso no solía suceder. Nos quedamos mirando un rato hasta que empecé a sentirme incómoda y decidí hablar.

My Beautiful Imperfection - TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora