My Beautiful Imperfection - TRADUCCIÓN

Capítulo 20 - ¿Tú?

- ¿Cerrarás para mí hoy, Camila? - Bonni preguntó.

Pero en realidad no era una pregunta, ya que no tenía otra opción.

- Por supuesto. - Respondí mientras limpiaba la barra.

Bonni salió y las únicas que quedamos fuimos Keana y yo. Ella se fue al baño, se cambió y se fue. Terminé de lavar algunos vasos, apagué las luces y cerré las puertas del bar. Envié un mensaje a Lauren diciendo que todo estaba bien y que estaba saliendo del bar. Finalmente conseguí reunir suficiente dinero para comprar un coche, no era lo que quería pero es lo que pude comprar. Estaba emocionada por mi nuevo coche, así que le dije a Lauren que no me recogiera esa noche, ya que quería conducirlo. Ella aceptó, pero me pidió que le enviara un mensaje cuando estuviera saliendo. Lauren dijo que salía demasiado tarde y que era peligroso para una mujer en aquella parte de la ciudad, aún más sola.

Le envié el mensaje para tranquilizarla y me dirigí a mi coche. La calle trasera de Bonni's era oscura y no muy agradable. Solo había dos postes de luz, uno de los cuales estaba roto.

Apreté mis brazos contra mi cuerpo y temblé ligeramente por el frío. La calle estaba muy oscura, así que apresuré mi paso para llegar a mi coche de inmediato. Abrí mi bolso y busqué mis llaves. Todavía estaba tratando de encontrarlos cuando escuché un ruido. Sonaba como un gemido, más bien como un llanto. Dejé de buscar mis llaves y miré alrededor, no avisté a nadie, pero todavía podía escuchar el ruido. Los sonidos venían de un callejón oscuro que había allí. Curiosa, empecé a seguir el sonido.

Aunque algo me advirtiera que aquello no era una buena idea. Así es como empezaban las películas de terror; la chica sola se dirigía a un lugar oscuro y abandonado, unos días después su cuerpo era encontrado mutilado y sin vida por un extraño. Obviamente estaba pensando en el peor de las hipótesis. Pero no podía evitarlo.

Me fui acercando cada vez más y empecé a ver la sombra de una persona en la oscuridad. Los gemidos se hicieron más silenciosos y más sofocados a medida que me acercaba. Me acerqué lo suficiente para ver que era una chica y que estaba agachada con la cara enterrada en sus manos.

Ella estaba llorando.

Me acerqué un poco más. Tenía ropa oscura, pelo castaño claro y...

¡Dios mío! Era...

¡Keana!

Me quedé parada unos segundos sin saber qué hacer. ¿Debería decir algo o debería simplemente irme? Ella me odiaba y yo no era muy diferente, así que lo más prudente sería dar la vuelta y alejarme.

Pero no pude. Algo en la forma en que intentaba sofocar los gemidos hizo que mis pies se negaran a caminar hacia mi coche.

Di otro paso en su dirección y sin querer pisé un trozo de cristal, generando un ruido que hizo que ella se encogiera aún más, pareciendo extremadamente asustada. Me agaché a su altura e intenté acercarme más. Ella se encogió de nuevo, junto al cubo de basura. Era tan extraño, nunca había visto a Keana así.

En realidad, nunca he visto a Keana en un estado que no fuera la de enfadada.

- Keana... -  dije tocando ligeramente su hombro. Haciéndola temblar por mi toque. - ¡Keana!

Ella levantó la cabeza ligeramente y abrió los ojos hinchados. Luego me miró unos segundos más, y finalmente pareció reconocerme. Entonces ocurrió la cosa más extraña del mundo. Algo que no esperaba que sucediera ni en un millón de años. Keana me rodeó con sus brazos en el cuello y me abrazó.

¡Ella me abrazó!

Me quedé estática por unos segundos. Ella sollozaba y temblaba ligeramente en mis brazos. Nos quedamos así durante varios segundos.