Capítulo 9 - Lo siento

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- Hola, Cheechee - dije al atender el celular. Estaba de pie en la habitación de Bruna, mirando el paisaje de afuera.

- ¡Karla Camila Cabello Estrabao! No has vuelto a casa. Te fuiste a la casa de una mujer, ¿no? ¿Estás con ella ahora mismo? ¿Cómo se llama? ¿Es de aquí del campus? - Dinah hizo un millón de preguntas, pero de una forma muy, muy animada.
                    
- China, yo no...
                    
- Dios mío, Chancho, siempre supe que había un lado pervertido dentro de ti.
                   
- Dinah, detente. Escúchame... - En ese momento Bruna salió del baño. - Mira, Chee, encuéntrame en la habitación de Bruna en media hora y tráeme un cambio de ropa, ¿vale?
               
- ¿TE ACOSTASTE CON LA BRASILEÑA? - Ella gritó y tuve que apartar el teléfono de mi oreja.

                    
- Te estoy esperando, tengo que irme, besos. - Apagué el teléfono, antes de que Bruna pudiera escuchar sus gritos al otro lado de la línea.
                  
Además, no quería tener que explicarle las cosas por teléfono. Guardé mi celular y me volví hacia Bruna.
                    
- Buenos días - ella sonrió ampliamente.
                
- Buenos días - le devolví la sonrisa.
                 
- ¿Dormiste bien?
                    
- Sí, gracias.
                
Ella se fue al cajón del clóset y consiguió un abrigo.
                 
- ¿Estás mejor? - Parecía preocupada.
                
- Sí, lo estoy.
                   
- Había quedado con dos amigas para estudiar, pero si quieres puedo quedarme conti-.
                
- No, Bruna. - La interrumpí. - No tienes que hacerlo. Ya has hecho demasiado por mí. Ve a divertirte con tus amigas.
                  
- Sabes que no me importa quedarme aquí contigo. - sonrió.
                    
- No quiero ser una carga. Ve a ver a tus amigas. - le sonreí.
                    
- Nunca serías una carga, Cami. - sonrió. - Puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras.
                    
- ¡Muchas gracias, Bru! - Le di un beso en la mejilla y ella salió unos segundos después, dejándome allí esperando que llegara mi mejor amiga.
                 
Un frenético golpe en la puerta me asustó, tan pronto como abrí, Dinah entró como un huracán, a gritos.
                 
- No puedo creerlo. Tú y Bruna. ¡Oh, Dios mío! Estoy sorprendida.
                
- ¡Dinah! - Llamé y ella no respondió.
                  
Me senté en una silla y dejé que Dinah hablara. Era así con ella. Tenías que esperar a que saliera de su pequeña locura y dejarla decir lo que pensaba.
                    
- ...o sea, siempre supe que le gustabas, pero nunca pensé que te acostarías con ella dos semanas después de conocerla. - Ella estaba caminando por la habitación, hablando sin parar. - Eso es una locura. Fue muy rápido.

- ¡Dinah! - Llamé de nuevo, empezando a perder la paciencia. De nuevo no me escuchó, siguió diciendo un montón de tonterías, sin al menos detenerse a respirar.

- Es una locura, aquella brasileña traviesa. Siempre me pareció un poco tímida, pero es rápida con el gatillo, ¡eh! ¿Es buena en la cama?

- DINAH! - Grité irritada.

- ¿Qué? - Ella dijo, asustada por mi tono de voz.

- No me acosté con Bruna.

- ¿No? - Preguntó frunciendo el ceño, aparentemente confundida.

- No.

- ¿Entonces por qué dormiste en su habitación? Oh, Dios mío, ¿esa su camisa? - Finalmente preguntó notando lo que llevaba puesto.

- Es una larga historia, te la contaré más tarde - suspiré. - Ahora, ¿me trajiste algo de ropa?

Ella me entregó la ropa y le agradecí. Me lo puse todo rápido y fuimos a la cafetería de la universidad.

My Beautiful Imperfection - TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora