Epílogo 2/2

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Al día siguiente, Lauren se despertó antes que las dos para tratar de redimirse. Consistía en preparar un buen desayuno para las mujeres de su vida.

Después de hacer su higiene matutina, corrió a la cocina para hacer el desayuno. Mientras preparaba los gofres, tarareó una de las canciones que había compuesto en honor a su pequeña. Lorena lo era todo en la vida de la cantante, y al pensar que había fallado con la niña el día anterior, le rompió el corazón.

Cuando estaba colocando todo en la bandeja, escuchó pasos detrás de ella, haciendo que la morena cerrara los ojos y sonriera al reconocer el olor familiar.

- ¿Mommy? - la voz somnolienta se hizo presente en el ambiente.

Lauren miró su manita tirando de su camisa y sonrió tomando a Lorena en sus brazos.

- Buenos días, estrellita, me alegro de verte. - Ella olió el cuello de su hija mientras la abrazaba con fuerza.

- ¡Buenos días, mommy! ¡Estás aquí! - la niña finalmente pareció creer que realmente era su madre. - Te he echado de menos, mommy. - dijo astutamente mientras escondía su cara en el cuello de la morena.

- También te extrañé mucho, bebé.

- ¡No soy una bebé! - murmuró. - Fui adulta ayer.

Lauren se rió del comentario y dejó a su hija sentada en la isla para que pudiera verla mejor.

- ¿Ah, sí? Bueno, veamos... Si eres adulta, entonces tendré que buscarme otro bebé.

Ella se rió cuando la niña abrió ligeramente los ojos mientras lo negaba con la cabeza.

- ¡No, mommy! Estoy bromeando, ¡aún soy una bebé! Tu bebé...

Eso hizo que Lauren sonriera tanto que le dolieron las mejillas.

- Eres mi única bebé, estrellita. - besó la carita de su hija. - ¿Pero por qué estás levantada? Mommy iba a llevarte el desayuno a la cama.

La niña pareció recordar por qué se despertó y levantó los brazos a Lauren para que la alzara de nuevo.

- Es que creí que había soñado con que habías llegado ayer. - empezó a jugar con el cuello de la camisa de su madre. - Y cuando vi a mamá acostada conmigo, pensé que era otro de mis sueños en el que venías a quedarte conmigo.

Aquello hizo que Lauren se tragara un nudo en la garganta. Pensar que tantas veces prometió que estaría ahí para su hija, pero nunca lo cumplió. Por eso estaba segura sobre la decisión que había tomado. Aquello cambiaría. Su hija es su prioridad.

- Mi amor, mírame. - Lorena sacó la cara del cuello de su madre para cumplir con lo que había pedido. - ¿Recuerdas que ayer dije que tenía dos sorpresas para ti?

La niña asintió con la cabeza mientras veía a su madre bajarla.

- Entonces, ayúdame a llevarle el desayuno a tu mamá, y tan pronto como se despierte y se alimente te lo diré, ¿vale?

- Ajá - murmuró mientras tomaba una manzana de la mano de Lauren para llevarlo a su habitación, y la morena usó ambas manos para llevar la bandeja de cosas que le gustaban a Camila y a su hija.

Cuando llegaron a la habitación, Lauren hizo una señal de silencio a la niña que hizo una señal de cremallera en su boca, y puso la bandeja encima del baúl que había a los pies de la cama de la niña. Luego la tomó en su regazo y se sentó al lado de Camila que aún dormía como una piedra.

- ¿Y ahora qué? ¿Cómo la despertamos? - Lauren le preguntó a su hija, que ya estaba inquieta en su regazo, queriendo hacer algo que despertara a su madre de un salto.

My Beautiful Imperfection - TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora