capítulo -10

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"Sabré algún día, a ciencia cierta quien eres"

El hombre tomaba de su copa tan Pacífico mientras escuchaba la explicación de su médico.

--¿Me estás escuchando Salvatore?--

-- Cada maldita palabra , algo más--

-- Por favor , déjame conseguir al mejor oncólogo , no hagas caso omiso a esto --

El hombre sacó una tarjeta de su maletín y la extendió , pasaron unos segundos hasta que Salvatore se dignó a tomar la tarjeta.

La tarjeta constaba de un nombre más un numero telefónico. El hombre tomó asiento sin decir nada , más que mantener contacto visual.

-- Basta santiago , no quiero a nadie que no seas tú, al cuidado de mi salud--

-- soy neurocirujano, no oncólogo entiende . Pero tu terquedad de ser un macho y no dejarte revisar , siempre te lo dije que hicieras tus chequeos , pero no . Porque el gran señor creía que eso le hacía tener masculinidad frágil--

-- Gracias por el apoyo emocional Santiago, Me voy a morir que más da -- respondió con gracia .

-- Por una vez piensa en tu familia, haz lo correcto, tienes a miles de personas a tu cargo --

-- Mis hijos son los que prácticamente manejan todo , sabrán que hacer--

El hombre rodó los ojos, sabia que era imposible convencerlo de que cambiara de opinión, siempre se a caracterizado por ser un hombre obstinado. Se levantó del asiento y tomó su maletín .

-- Te acompaño --

Ambos salieron del despacho y se encontraron con un solo alboroto, Emilio se encontraba señalando a un hombre en el suelo .

El silencio reinaba esperando alguna palabra del hombre .

-- Emilio , ¿que pasó? -- pregunto desconcertado . Se acercó hasta estar enfrente de su hijo , quien tenía sus mejillas rojas e inhala fuertemente, un par de gotas de color carmesí salían de su labio.

Bajo la mirada y se encontró un chico de cabello rubio quien tenía sus manos en el cuello y le costaba respirar . Con una señorita de rodillas acariciandole la espalda.

-- Pues el déspota de tu hijo se agarró a golpes que no lo ves --

El hombre devolvió la mirada a su hijo quien tenía fuertemente apretado a su prometido , la actitud de Emilio le hacía saber que tenía unas ganas inmensas de hacerle trizas el cuello al rubio, se le acercó al oído y susurró .

-- ¿Ganaste? -- el chico asintió. -- ese es mi hijo, ya hablaremos luego -- se separó.

-- Pero como es posible que resuelvas todo a golpes -- dramatizo el hombre -- Que no ves que tu mamá está preocupada-- le guiño el ojo -- No puede ser , pero esto lo resolveremos, te quiero alas 10 en mi despacho mientras, por favor Santiago atiende al joven que está golpeado y el labio de Emilio.

-- Les dije que se fueran -- repitió Romina .

Todos se retiraron, esto daría de que hablar , traería vergüenza o respeto.

El mayor se retiro sin dejar que curen de su golpe, Joaquín estaba ido analizando la situación, tuvo tanto miedo que Emilio hubiera salido más lastimado . No quería que se comportara de esa manera tan corriente y déspota.

Caminaban hacia la habitación sin decir ni una palabra , Emilio todavía seguía enojado . No fue la manera en que pensó que presentaría a su pareja frente a todos , pero el enojo lo segó, siempre lo hace.

NDRANGHETA/OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora