capítulo -23

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Con mucho amor Dedicado a nakamy87

"Tú siempre vas a ser mi corazón"

JOAQUÍN

Las paredes de la habitación son oscuras sin un rayo de sol, mi cabeza sigue dándole vueltas al mismo tema no se como sentirme o actuar mis sentimientos son un revuelo y no se que hacer. Me reprochó mi falta de madurez al no dejar que Emilio me explicara su versión de los hechos, tal vez lo que hice estuvo mal por todo lo que le dije, por como me comporte, por haber dicho que no quería más a mi bebé. Como me arrepiento de que esas palabras hayan salido de mi boca, nuestro hijo no tiene la culpa de nada.

Mi corazón se marchita cuando llega el recuerdo de mis padres la dura realidad golpea mi presente con está devastadora noticia, en donde ni siquiera se si fue Emilio en realidad.

Pero ya las cosas están hechas y no puedo regresar el tiempo. Han pasado dos semanas desde entonces y Emilio no se ha presentado en todo ese tiempo quizás nunca le importe o ya tiene otro omega, su falta de insistencia me duele más acepto que yo tuve mucho que ver con mi comportamiento. Si tan solo en este tiempo se dio cuenta que ya no me quiere si tan solo me dejo de amar de un día para otro me destruirá totalmente, Lo amo demasiado.

La puerta del cuarto se abre.

El rostro de mi tía luce cansado y las arrugas de su cara muestran su avanzada edad sus manos traen una charola de comida con un pequeño olivo decorando, ella y Nikolas se han convertido en mi refugió quiénes no dejan que me hunda en la depresión. Se acerca y deja la comida en la mesita de noche junto a la cama.

--Espero que hayan dormido bien mis pequeños, el desayuno está listo con todo los nutrientes necesarios--masajea mi cabello.

-- Gracias tía, pero no tengo apetito si me disculpas quiero dormir otro rato-- tape mi cabeza con la cobija.

-- Nada de eso muchachito, necesitas comer no puedes seguir comiendo tan poco también piensa en tu cachorro el necesita estar fuerte y sano --. Quito la cobija de mi cabeza -- así que comes luego te das una ducha para que ayudes con la florería y te distraigas, anda come.

-- Tengo mucho sueño, en serio no tengo hambre -- respondo sin ganas.

-- Pues no hay escusa ya te dije, es mi última palabra. Cuando termines bajas a la florería porqué tengo que ir al mercado por una verduras --

-- Bien haré lo que tú digas -- afirmé para no comenzar una pequeña discusión que terminaría perdiendo.

Mi tía se retira, mis ganas de comer son tan pocas que el simple olor es suficiente para todo el día, no puedo seguir así terminaré muriendo. Mi cuello arde como el fuego mismo y mis entrañas se retuercen de dolor, tanto que tengo que respirar profundo para aguantar el sentimiento agudo que atraviesa mi garganta, mi loba está demasiado triste y me ordena llamar a nuestro alfa con el chillido y al rehusarme de manera propia a mis instintos mi cuerpo tiene esa reacción, se que lo amo y me porté muy mal con el pero mi orgullo no se puede ir a suelo por la necesidad de olor, su voz o sus labios si el no a vuelto es porqué no le importo.

Poco a poco terminó el desayuno y mis pies descalzos caminan a la regadera, el agua tibia cae por mi cabello resbalando por mis mejillas cerca de las comisuras de mis labios pasando mi cuello hasta mi ya abultada panza, paso la esponja de manera delicada hasta quedar totalmente lleno de espuma, Si que necesitaba un baño. Me vestí con unos simples pans celestes y una camisa rosada hasta mis rodillas la comodidad que ofrece esta ropa es fantástica.

NDRANGHETA/OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora