33 | culpable.

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Jordyn.

Decir que estaba sorprendida era muy poco, estaba más que eso cuando ni siquiera terminaba de procesarlo.

《Iba a suceder.》

Pensaba constantemente sin dejar todavía de plantearmelo. Porque realmente iba a suceder si Daniel no nos hubiera llamado. Él y yo íbamos a besarnos. Corbyn y yo realmente estuvimos a punto de hacerlo.

《Mi primer beso.》

Pienso mientras me llevó los dedos a mis labios acariciandolos lentamente.

Por más patético que suene, ese iba a ser mi primer beso, al menos uno real ya que dicen que los besos de pico cuando estabas en el jardín de niños no cuentan. Y Corbyn iba a ser el chico que me daría mi primer beso.

Patético para una chica de diecisiete años.

Pero ese no era el punto, el punto era lo que iba a suceder. Corbyn y yo ahí, tan cerca, dispuestos realmente a hacerlo. Lo único que pude sentir fueron sus labios unos nano segundos encima de los míos, pero fue tan rápido que solo tengo el recuerdo del tacto, un muy suave tacto y nada más.

Me frotó los ojos y me giro a mirar al rubio a mi lado que ya está dormido.

Después de que Daniel nos llamara, ambos nos dirigimos hacia la habitación, sin embargo, ninguno de los dos nos dirigimos la palabra, claro que por lo que había sucedido, y no sabía si era porque él estaba arrepentido o solo por estar ambos sorprendidos, fuera lo que fuera, lo entendía, aunque la primera opción me doliera.

Pero no solo me sentía impresionada y sin poder creerlo, sino que también pensé mucho en Christina, en lo que los dos estuvimos a punto de hacerle, y la culpa no me dejaba dormir además de lo otro, claro.

Tenía que hablar con Hailee, no podía quedarme así nada más. Además ella nunca me lo perdonaría si no le habló de algo como eso.

Suelto un suspiro y cierro mis ojos, dispuesta a dormir de una vez por todas.

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—Corbyn y yo nos íbamos a besar.

Hailee detiene el auto en seco de manera repentina, y es que si no tuviera el cinturón de seguridad mi rostro ya se hubiera estampado con el cristal y hubiera muerto.

—¿Qué tú y Corbyn qué?

Me pregunta de una manera muy tranquila aún después de lo que hizo, asustandome un poco. O bueno, en realidad mucho.

—No vayas a emocionarte Hailee, ni a celebrarme porque no está bien.—le pido suplicante.—Y no vuelvas a hacer eso.—le advierto cuando nuevamente pone el auto en marcha.

Y entonces hace lo que le dije exactamente que no hiciera.

Como si estuviéramos en un concierto de One Direction o algo.

—Hailee, ya basta.—le regaño.

—¡Es que no lo puedo creer!—exclama chillona.

Y no solo eso, lo dice comenzando a llorar, haciendo que la observará con una mueca, eso sí no esperándolo en lo absoluto.

—¿Estás llorando? ¿Enserio?—le preguntó bastante extrañada y ella asiente sorbiendo su nariz y limpiando sus lágrimas.

secret↳corbyn besson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora