24 | propuesta.

813 74 4
                                    

Jordyn.

Extrañaba tanto a los chicos, Hailee incluida obviamente.

No asistir a la escuela había sido raro, pues yo en realidad nunca faltaba, era muy a la larga cuando no asistía y igual esas anteriores veces recuerdo que igual me sentía rara. Y no es como si la escuela fuera mi lugar favorito, claro que no, pero desde que he logrado entablar amistad con los chicos, literal, mi razón de levantarme todas las mañanas para ir han sido ellos y Hailee también, obviamente.

《¿Los chicos o Corbyn más bien, Jordyn Anderson?》

Me cuestioné ya que si, Corbyn había sido también mi razón más fuerte para asistir desde mi primer año pero ahora que realmente había logrado hablar con él e incluso mantener una amistad al igual que con los chicos es que en realidad no, ya no solo se trataba de Corbyn aunque eso no significaba que ya no le quería pero es que también he conocido a los demás chicos y son increíbles.

Y lo peor es que no me puedo mantener en contacto con ellos, aún me da coraje por mi celular pero no es como si pudiera hacer algo. Aunque lo importante soy yo, que estoy bien y que nada pasó a mayores.

—¿Jordyn?—escuché a papá del otro lado de la puerta para después darle leves golpes a la puerta.

Tome el control remoto y le puse pausa a la serie para después decirle que pasara y así lo hizo en donde traía consigo una bandeja con comida, haciéndome sonreír y que me incorporara con cuidado apoyando mi espalda en el respaldo de mi cama, pues no quería lastimar mi tobillo además de que hace unos minutos me había aplicado una pomada para algunos de mis golpes o más bien morados en la espalda, brazos y piernas y dolía bastante cuando me movía o hacia esfuerzos.

—Con cuidado.—murmura cuando tomo la bandeja y la colocó en mi regazo.

—Gracias.—le digo para después tomar un cubierto y comenzar a tomar en el la pasta que le había enseñado a preparar hace algunas semanas.—¿Tú ya comiste?—le preguntó mientras me llevo una porción a la boca, en donde al instante me supo exquisito y me sentí bastante orgullosa de él.

—Si, lo hubiera hecho junto contigo pero tuve que hacer unas cosas allá abajo en linea del trabajo que en realidad ni la disfruté.

Hago una mueca al escucharlo decir eso.

Desde que me curó y le hablé de todo lo que sucedió, había decidido faltar a su trabajo ayer desde que llegó porque todavía tenía que cubrir un turno a las ocho de la noche y ahora también todo el día solo para cuidarme y estar al pendiente de mi.

Aún la preocupaba demasiado a pesar de que ya todo había pasado pero al parecer seguía lamentándose por no haberme podido proteger cuando en realidad había sido mi culpa haber tomado un camino tan mal visto como ese así que lo único que podía hacer era pedirle que no se preocupara demasiado, que él no tenía la culpa de nada y que solo se quedara conmigo, nada más. Aunque la idea de que estuviera faltando a su trabajo por mi no me agradaba demasiado.

Igual yo no quería estar sola y que estuviera ahí cuidándome y haciéndome compañía me reconfortaba.

—¿No tendrás problemas?—le preguntó preocupada.

—Mi jefe entenderá, todos en el hospital son muy comprensivos.—me asegura para después tomar mi mano y darle un ligero apretón.

—¿Pero y si de casualidad...

—No nada de que preocuparse ¿si?

Le devolví el gesto del apretón en la mano y me sonrió para después pasar su otra mano por mi cabello, mirándome con ternura y como si estuviera realmente aliviado de que este bien.

secret↳corbyn besson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora