| ❝Jordyn pensó que su secreto estaba en
buenas manos, pues nadie lo sabía más
que ella y su mejor amiga. Pensó que ese
secreto estaría a salvó de todos, y también
de él.
Pero un error, como la gente que mete...
Es increíble el cambio de humor que puede causar una persona en ti. Para bien o para mal, lo mío había sido suerte.
Conocer a Corbyn había sido lo mejor que me pudo haber pasado. Él era el causante de mi felicidad, además de mi familia y amigos. Y el que finalmente estemos juntos, o al menos estemos en algo, no podría ser más perfecto para mí.
Ya ni siquiera me importaban las burlas, los comentarios o las miradas, solo él y mis amigos quiénes también ya estaban dispuestos a pasar página, al igual que yo. Y es que cuando la burla de la escuela ya no le tomaba importancia, dejaba de ser relevante para todos seguir molestando. Y si lo siguen haciendo de igual manera no me importaría en lo más mínimo.
—Hoy estás muy feliz.—dice papá mientras entra al comedor, en donde me encontraba desayunando.—Desde anoche que llegaste, ¿a dónde te llevo Hailee que te hizo poner así de contenta?
Sonrió mientras lo observo.
—Con los chicos a la playa.—le respondo.
Él asiente regalandome una sonrisa.
—Pues me alegra que ya estés bien. No aguantaba ni un día más dándome cuenta de lo mal que lo seguías pasando.
Después de lo de la fiesta y también en estos días en los que Corbyn y yo estábamos mal, no le había dicho a papá nada de lo que había ocurrido cuando él me repetía una y otra vez que podía confiar plenamente en él.
Y eso lo sabía, solo que no quería que se enterara de nada cuando aún así yo no tenía ánimo para nada y seguramente él todo el tiempo me escuchaba llorar. Hasta que decidí hablarle de todo.
Estuvo para mí en todo, me acompañaba a ver películas románticas y tristes cuando él las odia, o al menos no son de su agrado. Me consentía con la comida que tanto me gusta que me prepare e incluso una noche me dejo ponerle una mascarilla para olvidar todo el mal rato. Y dicha acción claro que me ayudó.
También me compraba helado, fresas y nutella además de llevarme a pasear por el auto un rato para despejarme. También me llevo al neón milk shake y disfruté bastante ver su expresión al probar la hamburguesa.
Y ahora, claro que le debe de dar gusto que ya me vea mejor y esté bien. Pero si, toda la historia de Corbyn, absolutamente toda, excepto lo que sucedió anoche, lo sabe. Sabe lo del casi beso, el beso en el aula, nuestras discusiones, sabe lo que hice en esa fiesta, sabe de Sam, mi papá ya esta enterado de absolutamente todo.
Claro que como todo padre normal si me reprendió por haber bebido alcohol, besarme con desconocidos y todo eso, además me dio largas pláticas y la verdad es que no me arrepiento aunque si me hizo sentir un tanto culpable por no pensar. Pero ya está todo bien.
—Ya es tarde, date prisa.—señala mi cereal y yo asiento.
Termino de desayunar y subo arriba para lavarme los dientes e ir por mis cosas. Y así una vez lista, al igual que papá, ambos salimos de casa y entramos al auto para él comenzar a conducir hacia mi escuela.
En medio camino mientras papá me hablaba de uno de sus pacientes, me llegó un mensaje de Hailee que decidí abrir para leer rápido.
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