ᴹᶦ ᴹᵘˢᵃ [ᶜʳᵉᵉᵏ]

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Craig se sentía nervioso, por primera vez en años. En su rutina diaria, estaba ser un esnob, no sentir temor ni remordimiento. Sin embargo, lo que hizo en el pasado lo estaba atormentando. Incluso podía decir que se sentía un 10% mal, tampoco demasiado. Recordó sus palabras, cuando dejó a su novio "Levanté la mano quien tiene un novio." le dijo con una sonrisa, y cuando el chico lo hizo, volvió a decir "No tan rápido, Tweek." En su cabeza, diría eso, y sería gracioso. Ambos reirian, comerían algo y verían la tele. Pero no fue así, y en su lugar, tuvo que consolar a su novio, quien al final se retiro, lleno de rabia.

Aquel sentimiento, por parte de Craig, fue lo que lo llevó a pintar en primer lugar. Los primeros días, se sentía mal, vacío, por lo que hizo. Sin embargo, no se disculpó, no estaba en sus planes hacerlo. Y al final, transformó su tristeza interna en bellas obras de arte.

-Hola, Tweek -dijo, fingiendo una sonrisa.

Luego de caminar varias cuadras, ya estaba frente a la casa de los Tweak.

El rubio lo observo, casi enojado.

-Hola.

Su voz se notaba cortante, pero al azabache no le importaba realmente. Sólo tenía una idea en mente.

Utilizaría a su ex novio, para recuperar su inspiración. Y en cuanto lo logré, lo desecharia como si nada hubiera pasado, porque él estaba por sobre el otro, no merecía su cariño ni nada suyo.

Lo que no sabía era, como recuperar el afecto del chico. A pesar de que era cariñoso, luego de lo que pasó, luego de como terminaron. Ni siquiera sabía si podía considerarlo su amigo. Y es que, Tweek no lo consideraba su amigo, lo tenía como un conocido. Un conocido, que se volvió un egocéntrico de mierda, y que si podía no volver a ver en toda su vida, mejor.

-¿Quieres amor? -le dijo, confundiéndose-. Digo, si quieres salir, lo siento. Estaba leyendo la alhomada.

Podia decirse que era cierto, pero más podía decirse, que era una perfecta mentira.

-No, gracias -iba a cerrar la puerta, cuando el otro puso su pie, para evitar que esta se cierre.

-Espera, quiero...-recorrió en el templo que era su mente, pensando en que podía decir o hacer, para recuperar al menos la confianza de Tweek. Y lo que iba a hacer, le quitaría muchísimo de su orgullo-. Quiero...hablar contigo, y disculparme, por lo que paso hace años...

-¿Si? Pues yo quiero tener la nueva Nintendo -respondió con ironía-. Ahora, vete.

-Espera, por favor -entrecerro sus ojos, y sorbio su nariz, como si fuera a llorar-. Lo siento...

Se felicitó en su interior, casi que sonaba arrepentido. Y al final de la tarde, se sentía satisfecho, y sorprendido, de lo incrédulo que podía llegar a ser su ex novio.

Luego de unas cuantas súplicas, el rubio le dio su perdón, dejando todo lo sucedido, en el pasado. Craig daba vueltas, pensando en si de verdad todo estaba resuelto. Pensó que pasarían días, o semanas, para que el chico lo perdoné.

Y muy en el fondo de su ser, se sentía feliz de que la brecha entre su ex novio y el, había desaparecido. Pero su ego, lo dejaba ciego a veces.