Craig seguía llenándose a sí mismo de comentarios ofensivos.
"No puedo creer que Tweek caiga tan bajo, como para estar conmigo después de lo que le hice."
"Es tan baladí, no entiendo como tal bodoque esta a mi lado."
Sin embargo, eran pensamientos para no reconocer, que el también había caído por Tweek. Quería convencerse a sí mismo, de que sólo lo utilizaba, de que no era más que una musa. Pero significaba tanto, que no tenía palabras para describirlo.
Lo más importante en su mente, era que no podía enamorarse en tan poco tiempo.
Se encontraba tan desesperado, que incluso busco en Internet, ya que algunas páginas le decían en cuanto tiempo se enamoraba según su signo.
Y a el, le tocaron nueve meses —aunque en si, eran seis, ya que habían pasado tres meses desde aquel tierno beso—.
O sea, que el proceso de enamorarse de Tweek, iba a ser como estar embarazado.
Negó asqueado, mientras su corazón palpitaba con fuerza, en contra de su voluntad.
Aquellos tres meses, habían sido una maravilla. Había logrado grandes obras, no muchas, pero sí maravillosas. Se despertaba, revisaba su alrededor, y se encontraba con aquellos lienzos. No podía evitar sentirse realizado. Era como despertar frente al amor de su vida.
A pesar de que su lado más malvado, le decía que quería utilizar a Tweek sin nada a cambio, su lado más humano, quería recompensarselo de alguna forma. El asunto, era que el rubio no tenía idea de que era la musa de Craig. El sólo creía tener una relación, que no esperaba nada a cambio. Pero el azabache tuvo una idea de demostrar su afecto, a su manera.
Fue a la tienda, para comprar un lienzo en blanco. Eligió el más grande, uno que seguro, le tomaría una semana llenar.
Volvió a su casa ilusionado, y buscó fotos de su novio, sintiendo agradecimiento con las redes sociales. Vio muchas referencias, para realizar un bello cuadro. Y en cuanto se sintió seguro, mojo aquella tela, para luego echarle agua a sus acuarelas, y pasear el pincel con afán. No podía evitar sonreír, cada vez que pintaba, era como tener un orgasmo.
Escuchaba las dulces melodías provenientes de su celular, sintiendo su inspiración.
Los días pasaban, y cada vez se sentía más feliz con respecto a lo que estaba haciendo. Al pintar a su amado, sus sentimientos salían de una manera más notoria. Le costaba ocultar lo que sentía, pero por suerte, sólo él sabía lo mucho que amaba a Tweek.
Pero a su vez, el azabache era su peor enemigo. Él era el único que se autochantajeaba, y quien más problemas se iba a traer.

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ᴹᶦ ᴹᵘˢᵃ [ᶜʳᵉᵉᵏ]
FanfictionCraig Tucker se convirtió en un joven prodigio, que realiza excelentes obras, ¿Pero que sucederá, cuando su inspiración se vaya?