Dedicatoria

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Craig estaba atravesando un duro momento. Llevaba semanas intentando comunicarse con Tweek, hasta que alguien respondió.

"Numero equivocado."

Aquello, le confirmo que su amigo, se había cambiado el número, dejándolo roto. Probo con hablarle mediante sus redes sociales, pero fue bloqueado casi después de escribirle. Fue a su casa, pero los padres del chico —que antes siempre lo recibían con los brazos abiertos— fueron quienes no lo dejaron pasar.

Iba a volver a su casa, sin embargo, no quería enfrentar a su familia. No deseaba estar con nadie, mas que con el chico que lo llevo a ese final. Camino a gran velocidad, hasta llegar a la casa de Clyde. Toco la puerta varias veces, y a la primera persona que abrió, le dio un puñetazo. Claro, sin querer, estaba golpeando la puerta con demasiada fuerza, no lo hizo a propósito.

—Amigo, ¿Qué carajo? ¡Mierda! —el castaño retrocedió, tocándose la mejilla, mientras algunas lagrimas comenzaban a asomarse de sus ojos.

—Maldición, lo siento —agrego el joven, entrando a la casa, para luego cerrar la puerta—. Uh, iré a buscar hielo.

(...)

Luego de aquello, ambos se sentaron en el sofá, donde se pusieron al día. En un primer momento, el azabache iba a culpar a su compañero por todo que lo sucedió. Pero no podía, ya que aquello, fue meramente su culpa. Así que, en vez de enojarse por el pasado, pensó en como mejorar su futuro. No iba a perder al rubio, lo quería, y mucho. Con solo ser su amigo, estaría mas que feliz, solo quería estar a su lado como sea.

—Ya déjalo... ¿Qué más planeas hacer? —la respuesta de Clyde, lo dejo atónito. Normalmente, el muchacho era quien le daba esperanzas, quien lo alentaba y buscaba que todos sean felices.

—Por eso vine a ti. Eres bueno para las ideas, piensa algo.

Un silencio inundo el cuarto, mientras los dos pensaban y pensaban. Hasta que una idea le llego al dueño de casa.

—Y si...—se acerco para susurrarle al oído al azabache, quien escuchaba atento.

Sus ojos se abrieron de golpe.

—Esa es una idea fantástica, amigo, sabía que podía confiar en ti.

—Ya que...—elevo sus hombros—. Espero que todo salga bien —reviso su reloj—. Um, no quiero echarte, pero, invite a un amigo, así que —intento explicar.

—El chico del cine, ¿no? —sonrió.

—Si, de vez en cuando viene a jugar videojuegos. Aunque no le gusta admitir que somos amigos —rio.

—Claro, lo entiendo, a mi tampoco me gusta admitir que somos amigos —se burló.

—¡Oye! —respondió en queja—. Mejor vete de una vez, yo tampoco quiero que me vea contigo —sonrió pícaro, cuando su teléfono comenzó a sonar—. ¿Hola?...Ah, Damien. Te dije que dejes de llamarme de números privados, ya sabes que me da miedo atender...si, por la película... —con su mano, hizo una señal, invitando a Craig a retirarse.

Este saludo a su amigo en la mejilla, para luego salir por la puerta principal. Miro el cielo, y suspiro. A pesar de lo sucedido con su ex novio, su inspiración no había desaparecido. Era lo mejor de todo, y a la vez, lo peor.

Dejo su mente en blanco, o al menos, eso intento. Camino hasta su casa, y una vez adentro, se sintió aliviado de que su familia no esté.

Se dirigió a su cuarto, eligió sus mejores acuarelas, se cambio la ropa, y comenzó a pintar.

(...)

Una semana más tarde, se despertó sobresaltado. Había soñado que sus cuadros, eran robados. Por suerte, no se trató de más que un sueño.

Observo su ventana, luego su celular. Todavía era temprano. Demasiado. Sin embargo, tenia preparativos que hacer, gente con quien hablar y cuadros que barnizar.

Busco el numero de Henry, el dueño de una galería que quedaba en el centro del pueblo.

El tiempo continúo pasando, alrededor de un mes, en el que Tweek, ya supero aquel doloroso momento con Craig del todo, ya no le importaba, no le hacia enojar como antes, se sentía bien. Y allí, fue cuando recibió un mensaje de Clyde, invitándolo a una galería de arte local.

En un principio, se negó. Seguro se trataba de arte yaoi inspirado en su fallida relación. Pero su amigo, confirmo que no era así, y que era algo que seguro le gustaba.

Con un poco de desconfianza acepto.

Y cuando llego a aquel lugar, no creía lo que estaba viendo.

El nombre de la galería, se llamaba Mi Musa. Y estaba repleta de ilustraciones suyas, dibujos inspirados en momentos que paso con Craig, otros retratos suyos en general, con diversas expresiones. Era solo él, sintiéndose desnudo, observando aquella belleza, tan difícil de creer.

¿Quién gastaría tanto de su tiempo, en dedicarle tremendas obras?

Y allí lo descubrió, ¿Quién más podía ser?

El azabache se posó frente a él, con un rostro serio.

—Me alegra que hayas venido —vio a su alrededor—. Quería...que vieras esto, que veas lo mucho que me enamoraste.

El rubio, malinterpreto eso. Y otra vez, se sintió usado.

—¿Querías que viera como me usaste? —dijo con odio—. ¿Cómo lograste hacer...—miro a los lados—. Todo esto...? ¿Cómo gracias a mis sentimientos por ti creaste algo tan maravilloso?

—¿Qué? ¡No! No es así, en lo absoluto —negó—. Esto...no representa como te use. Representa que yo —trago duro—. También te amo, Tweek.

—Por favor, no, no hagas esto —rodeo sus ojos.

—¿Hacer qué? Solo intento ser sincero, demostrar lo que siento.

—No, ese es el problema —paso sus manos por su rostro, irritado—. ¿P-por que en vez de decirme lo que sientes, no te pones en mi lugar? Piensa esto...yo te dejo, como si no me importaras un bledo. Y años mas tarde vuelvo, para intentar conquistarte, tu te enamoras de mi otra vez, pero descubres que todo fue un plan tuyo para utilizarme como tu musa —espeto—. No puedes cambiar el pasado, la cagaste una vez, y la volviste a cagar. Lo que paso, ya está hecho. Y no quiero volver a tener nada contigo.

Intentaba mantenerse firme, a pesar de que en lo mas profundo de su corazón, estaba conmovido por lo que Craig hizo.

Quería disculparse, decirle que al menos sean amigos, que comenzaran de cero. Pero no, era momento de cerrar heridas, y olvidar viejos lazos. Tenía que seguir adelante, y dejar de tropezar con la misma piedra.

—Adiós, Craig.

Fue lo ultimo que dijo, antes de irse de aquel lugar, y no volver a hablar con Craig, en varios años.



Hola! Como lo prometido es deuda, aca esta el ultimo capitulo de Mi Musa. Espero les haya gustado, estare terminando el resto de mis novelas por ahora. Espero tengan un buen dia, muchas gracias por el apoyo a esta, y al resto de mis novelas!

 ᴹᶦ ᴹᵘˢᵃ [ᶜʳᵉᵉᵏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora