Día 8.

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Avances: tuvimos una cita y todo salió bien, además nos tomamos de la mano.

Anotaciones: ¡Ayer tuvimos una gran cita! Todo salió excelente, pero por alguna extraña razón mi corazón está teniendo un extraño comportamiento que voy a ignorar.
Hoy iré a verlo a su casa y probablemente creerá que soy intenso, pero me quedan pocos días para ganar el dinero.

Datos: Dean tuvo varias parejas y ninguna duró mucho, detesta el jamón y le gusta el helado de menta granizada (totalmente desagradable)

Desde que había vuelto de mi cita toda mi familia había podido notar que estaba de buen humor. No me sentía depresivo o decepcionado de mí mismo, ni siquiera un poco avergonzado por mi situación, me sorprendía al notar que simplemente era feliz.

Fue por eso que decidí desayunar con mis padres y mis hermanos.

¡Ya no tenía que estar avergonzado! ¡Saldría adelante!

Estábamos todos sentados en la mesa, comiendo tostadas y galletas, esto me recordaba un poco a los viejos tiempos, cuando aún estaba en la escuela secundaria.

—Es raro que estés aquí—comentó Lis mientras se preparaba una tostada con mermelada.

—Pero me extrañabas—solté arrogante y mi hermana me dirigió una mueca de asco.

—¡Yo si te extrañaba!—gritó Erie felizmente.

Ella era el sol de la familia.

—¿Vieron lo que ocurrió con el vecino?—cambió de tema Key repentinamente.

Yo la miré curioso mientras ella sonreía maliciosamente.

No entendía muy bien sus gestos así que solamente esperé.

—¿Qué pasó?—consultó la chismosa de Lis.

—¿Cuál de todos nuestros vecinos?—preguntó Toddy esta vez.

—Dean—respondió Key de manera cantarina y pude sentir como me tensaba.

Mis mejillas se calentaron cuando oí su nombre y para disimular, comencé a prepararme una tostada.

—¿El que es muy lindo?—quiso identificar esta vez Erie y mi hermana asintió.

—Mi habitación es la más cercana a su casa—empezó a relatar Key—Y oí que anoche en la madrugada apareció un hombre en su puerta.

—¿Y eso qué?—salté yo impulsivamente, mientras le ponía manteca a la tostada.

—Que el hombre estaba borracho y venía a buscar a Dean—continuó Key con burla por mi reacción—Y entre la conversación oí que la persona era su ex novio y no solo eso. Me asomé disimuladamente por la ventana...

—No tenías por qué ser tan chismosa—acoté esta vez, no queriendo oír del todo el resto de la historia.

—Y el desconocido lo besó—terminó Key ignorándome—Luego de eso, Dean lo invitó a entrar a su casa.

A este punto mi tostada yacía quebrada en la mesa, luego de que yo la aplastara.

Un silencio se estableció en la mesa. Y luego todos mis hermanos y mis padres empezaron a comentar que no sabían que el vecino era gay, preguntaron si había reconocido al desconocido y luego la retaron por ser una persona tan metida.

Yo no volví a hablar en toda la mañana.

De repente una sensación amarga me había invadido por completo. Era el mismo sentimiento que había tenido cuando Dean me habló sobre sus ex parejas.

Experimento Homosexual Donde viven las historias. Descúbrelo ahora