Día 5.

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Avances: Pude hablar con él sobre algo que le gusta (las flores) y tendremos una cita.

Anotaciones: Hoy nos veremos en la cafetería y creo que con los consejos de mis hermanos todo saldrá bien. Además intentaré pedir su número telefónico.

Datos: No le gustan las flores cortadas, además creo que es una persona muy expresiva.

Llegué a la cafetería diez minutos antes de lo acordado y me senté en una de las mesas que estaban cerca de la ventana. El lugar en cuestión era pequeño, acogedor, bonito y ese día en especial parecía haber mucha gente, tal vez porque debido al frío era un buen día para tomar un chocolate caliente. En conclusión, el lugar que Dean había elegido era perfecto.

Mientras esperaba que mi cita llegara, saqué el papel donde había anotado todos los consejos que mis cinco hermanos me habían dado y los leí atento de no olvidar ninguno de ellos:

Como enamorar a alguien:
*Gesticula mucho con las manos.
*Preocúpate por el medio ambiente.
*Háblale sobre tu mascota.
*Compartan gustos u opiniones similares.
*Sonríe mucho.

No entendía la mitad de los puntos y tampoco sabía muy bien cómo se relacionaba con el amor. Sin embargo, suponía que si mis hermanos me habían sugerido estas cosas, sería por alguna buena razón.

Este día podía ser mi oportunidad de que mi vecino por fin cayera a mis pies. Porque sí, lo sabía, de alguna manera yo le resultaba atractivo y seguramente un poco raro, pero no era ingenuo.

El chico de ojos azules no se enamoraría de mí hasta conocerme mejor, y para eso, había que ir más allá de los besos y coqueteos.

—Hola Seth—dijo una voz divertida de repente, haciéndome sobresaltar.

Dean estaba delante de mí.

Hoy estaba vestido con una camisa azul y unos pantalones grises, además su cabello castaño (casi siempre atado en una coleta) estaba suelto y le quedaba realmente muy bien. Una vez más me sentí sorprendido al notar lo guapo que era.

—Hola—contesté con un poco de nervios mientras él se sentaba frente a mí.

—¿Hace mucho frío verdad?—preguntó generando una conversación inmediata.

—Sí.

—Los días como estos son bastante molestos, en especial si hay trabajo para hacer...

En ese momento lo recordé, punto cinco de cómo enamorar a alguien: compartan gustos u opiniones similares.

—¡Tienes razón, también detesto el frío!—hablé automáticamente dándole la razón.

—¿De verdad? Aunque los días helados sean molestos, a mí, personalmente, me gusta bastante el frío. Siempre es agradable disfrutar de un buen día invernal en tu casa tomando chocolate caliente—explicó lentamente con una sonrisa.

—A mí también me gusta el frío.

En ese momento: ante el rostro confundido de Dean, supe que lo había arruinado.

No sólo fui un mentiroso, si no que había sido lo suficientemente estúpido como para no darme cuenta de que yo mismo estaba contradiciéndome.

—¿Pero no dijiste qué...?

Para mi suerte, en ese momento llegó una mesera que pidió nuestras órdenes y gracias a esto, el hombre de ojos azules se olvidó del asunto.

Está bien, lo había arruinado un poco.

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