Corrió. No podía evitar hacerlo, el rubio corrió hasta la puerta y la abrió, el corazón le latía a mil mientras su respiración le jugaba en contra.
La luz de la mañana era demasiado brillosa y sus pupilas se dilataron no por el sol que le dio de frente sino por ver a Zoro parado delante de él.
¿Que debía hacer ahora? No tuvo el tiempo ni de pensarlo. Simplemente saltó a abrazarlo, acción que desconcertó al de pelo verde. Aún así, no perdió tiempo y también le devolvió el abrazo.
Los dos parados, abrazados sin importar nada ni la gente que pasaba y los miraba. Eran solo ellos compartiendo su calor, aroma y sensación.
—Mierda, ¿que se supone que deba decir?— preguntó un avergonzado Sanji mientras hundía mas su rostro en el cuello del moreno.
—Primero déjame hablar a mi.
Sanji no dijo nada y solo se quedo quieto esperado a lo que Zoro le tenía que decir. El de pelo verde acaricio la columna de Sanji y empezó a hablar:
—Lo siento. Me precipite al sacar conclusiones y creí que era un mala broma tuya, si, me equivoque, lo lamento pero entendí, las cosas deben suceder y gracias a eso vi una faceta de ti que desconocía, espero no vuelvas a mostrarla en publico— comento sonriendo.
—¿Me pregunto que hice?—preguntó.
—¿Que no hiciste?
—Ahora yo me disculpo por mi actitud pierdo la conciencia cuando bebo.
—Me di cuenta. No solo me regañaste porque no te hablaba, también me abrazaste, intentaste besarme— Sanji se puso rojo y se separo de Zoro—, también hablas demasiado y no te callaste en todo el camino.
—¿Todo el camino?
—Yo te traje anoche, supongo que no recuerdas, Nami me advirtió que sucedería.
—No me acuerdo— bajó la cabeza y empezaba a sentir el frío, después de todo solo llevaba una camiseta mangas largas color verde y pantalones deportivos azul.
—No importa si no recuerdas
—Pero... Zoro tú— lo miro de arriba-abajo.
El moreno se rasco la nuca y los pendientes que colgaban de su oreja brillaron.
—No he ido a mi casa, si a eso te refieres.
—¿Como? ¿pasaste la noche afuera?
—Si, dormi apoyado en la puerta— contestó.
—¡Estás loco!— gritó el rubio mientras le castañeaban los dientes del frío, pero en ese momento el calor le corría por la piel de lo molesto que se sentía— Debiste quedarte adentro.
—No podía si lo hacía cuando estabas así de borracho, quien sabe que te hubiera hecho.
La nariz de Sanji se ponía colorada al igual que sus mejillas, tenía vergüenza y frío, pero más lo primero. Se volteó un poco y frotó sus manos en eso Zoro agarró las heladas manos del rubio y las puso entre las suyas para calentarlas.
—Mejor vamos adentro— comentó Sanji con la idea de calmar un poco la tensión—, estaba por preparar el desayuno, puede darte un baño y te presto algo de ropa— se volvió para mirar a Zoro y este lo arrincono a la puerta apretando su cuerpo con el suyo, el rubio emitió un pequeño sonido de su boca y repentinamente se sumergió en un suave beso. La fragancia se hacía una y las sensaciones lo enloquecía, sintiendo todo sus músculos entumecerse. Correspondió con lentitud, fueron unos segundos los que sus labios se mantuvieron unidos y después de un suspiro ahogado se separaron. Zoro retrocedió y acarició la mejilla fría y de color rojo del rubio.
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Por Error
Fiksi PenggemarAmar y odiar a una misma persona sin saberlo. Zoro y Sanji son estudiante y desde el primer día que se vieron se odian. El problema es que ambos guardan un sentimiento especial tras sus celulares, son desconocidos por mensajes y conocidos en persona...