Thirteen.

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Todo en lo que Mark podía pensar en el viaje de vuelta a la ciudad era el beso. De hecho, cada vez que cerraba los ojos, todavía podía sentir el gentil pero urgente anhelo emanando de los labios temblorosos de Jackson.

El recuerdo envió un fuego abrasador a través de su piel, que encendió una llama que de repente hizo a sus jeans demasiado ajustados para su erección que se presionaba.

En toda su vida, Mark nunca había experimentado un beso tan abrasador. Había convertido sus piernas en fideos y quemó un ardiente sendero claro a su corazón.

¿Qué había hecho que Jackson de repente quisiera besarlo, y qué significaba exactamente?

Después de todo lo que había pasado, obsesionarse con el beso parecía un poco infantil, incluso para alguien que dibujaba cómics para ganarse la vida.

Mark acababa de sobrevivir a su segunda experiencia cercana a la muerte del día. Debería estar agradecido de que aún estuviera vivo y no acostado en la mesa de un forense. Si su mente tenía que asustarse por algo, debía ser el hecho de que su primo había tratado de matarlo.

Pero no, su mente se negó a moverse del beso. Envolvió su mundo entero. Si no hablaba de eso, iba a gritar.

— Algo está royendo tu mente de nuevo. –dijo Jackson desde el asiento del conductor.

Mark se echó a reír, avergonzado por lo fácil que Jackson podía leerlo, pero de nuevo, Jackson había sido capaz de hacerlo casi desde el momento en que se conocieron.

— Me estaba preguntando…

— No. –respondió Jackson– No ha terminado. Al menos no todavía.

Si Mark fuera un personaje de cómic en este momento, un enorme signo de interrogación habría estado flotando sobre su cabeza.

— ¿El beso?

Jackson rió en voz alta.

— Oh, el beso. –dijo con una sonrisa perversa– Eso ha terminado. Por ahora.

Mark se había movido tan lejos de confundido, que ni siquiera podía verlo en el horizonte.

— ¿De qué diablos estás hablando? ¿Qué no ha terminado?

— Estás en peligro. Podremos haber detenido a Jay, pero el topo del FBI todavía está ahí afuera.

Correcto. Se había olvidado por completo de eso.

— Y también El Dragón.

Jackson asintió y se pasó los dedos por su cabello.

— Todavía tenemos que ser cuidadosos. Tanto el topo como El Dragón probablemente saben que tenemos a Jay bajo custodia y que estamos bajo vigilancia del FBI…

— ¿Estamos? –preguntó Mark, mirando el espejo lateral. Un vehículo negro de aspecto gubernamental los seguía muy de cerca.

— Una precaución de seguridad. –dijo Jackson. Agarró la mano de Mark y la apretó. Su toque reavivó la llama que su beso había comenzado– Dudo que ahora intenten algo en tu casa… habrá muchos ojos, pero todavía tenemos que tener cuidado. El Dragón no estará feliz.

Tentáculos helados reemplazaron lentamente la quemadura en la piel de Mark.

— Supongo que fui estúpido al pensar que todo había terminado, ¿eh?

Jackson levantó la mano de Mark hacia sus labios y la besó.

— De ningún modo. Pero no te preocupes. No dejaré que te pase nada.

^___^ ## ★ FAKE BOYFRiENDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora