Four.

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Después de que Jackson terminó de ayudar a la Sra. Tuan a limpiar, ella insistió en que él y Mark se dirigieran al apartamento del garaje para descansar después del “vuelo” de Jackson. Él no discutió.

En su tiempo con el FBI, Jackson había sufrido interrogatorios intensos por sus
Superiores y la terrible gente con la que se infiltraba. Ninguno de ellos se comparaba a la madre de Mark. Él estaba a punto de llamar al agente especial de supervisión Freddy Bloom e insistir en que la contrataran para interrogar a presuntos terroristas.

Cuando finalmente entraron al pequeño apartamento de Mark, Jackson se acercó a la cama donde pelinegro dormía y se derrumbó sobre el colchón. El sueño abrumaba sus párpados, pero su cerebro no estaba cerca de estar listo para apagarse.

Si sólo tuviera que lidiar con este fiasco del novio, podría desmayarse sin ningún problema, pero tratar de llevar a cabo este loco ardid era la menor de sus preocupaciones.

Todavía tenía que averiguar cómo su identidad había sido descubierta y contactar a su compañero o a Bloom. Si había un infiltrado, necesitaba ser atrapado antes de que El Dragón llegara a Los Angeles.

—¿Realmente vas a tomar una siesta justo ahora?

Jackson suspiró y abrió los ojos. Mark no se había movido de la puerta principal. Había estado callado todo el camino a través del patio trasero y cuando subieron los escalones exteriores. Ese no parecía el hombre que había conocido en las últimas dos horas.

Mark no tenía ningún problema en llenar el silencio, y mientras que las personas que
Charlaban sin parar solían irritar a Jackson, era una de las peculiaridades que le resultaba simpática acerca de Mark.

Algo estaba claramente mal.

—¿Qué pasa? –preguntó él.

—¿En serio? –Mark puso sus manos en sus caderas y lo miró furioso.

Jackson obligó a retroceder una sonrisa invasora. Cuando Mark se paraba así, lucía igual que su madre. Jackson no creía que Mark se tomara demasiado bien el oír eso.

—¿Qué está royendo tu mente? –preguntó el chino.

—¿Te vas a quedar para la boda? ¿Desde cuándo? Eso no fue lo que acordamos.

—Es cierto, pero basado en lo que estaba pasando en la cocina, pensé que necesitabas más ayuda de lo que habíamos planeado originalmente.

—Esa no era tu decisión. –si Mark estuviera más enojado, estaría escupiendo veneno.

Jackson había cruzado la línea. Se dio cuenta de eso. Pero cuando la oportunidad se presentaba sola, tenía que tomarla. Se sentó en la cama y suspiró. Quedarse aquí le daría unos pocos días más para esconderse.

También le daba tiempo extra para aclarar quién lo delató y encontrar una forma de detener todavía a El Dragón. No iba a dejar que el valor de un año de trabajo se volviera humo.

Pero él no había considerado cómo esto afectaría a Mark. Le gustara a Jackson o no, Mark se había convertido en su compañero involuntario.

—Tienes razón. Debería haberlo discutido contigo, pero no es como si tuviera tiempo. Tu madre no da mucho espacio para respirar.

^___^ ## ★ FAKE BOYFRiENDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora