2 Amo la Pizza

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Los remordimientos se parecen a las pizzas de cuatro quesos

El padre de Val es León Carvajal. Sí, sí, el famoso León Carvajal, el presentador del concurso estrella de la televisión Isla Tulum. No hay ni uno solo de mi clase que se pierda ese programa. Es fantástico, sobre todo cuando el presentador (es decir, el papá de Val), con aquella cara de seriedad, da un paso atrás para que los participantes sentenciados se batan en duelo con juegos con animales asquerosos. Es divertidísimo verles llorar de miedo, porque tienen que tocar sapos, cucarachas, serpientes, tripas y después caminar a duras penas hasta el pulsador rojo que declara el concurso acabado y al Tulum ganador completamente a salvo. iY León Carvajal mirando a la cámara con aquella expresión de malas pulgas, con una ceja arriba y otra en su sitio, mientras suena la misma música de suspenso de siempre!

Por las mañanas, antes de entrar en clase, nadie habla de otra cosa: de cómo levantó la ceja León Carvajal anoche, o de qué le dijo al pobrecito ganador después de que saliera de la batalla con los monstruos. Siempre dice cosas increíbles, como ¿Qué tal saben las cucarachas?, ¡Qué genial no quedaste tan sucio! O aquel otro en que sonrió un poco (todos pensamos que fue la única vez) y le dijo al Tulum ganador del día ¡Te felicito un mordida de esa serpiente pudo haberte matado!.

A todo el mundo le cae bien el padre de Val. Todo el mundo quiere ser su hijo. Alucinan cuando le ven en las revistas, siempre en compañía de cantantes o actrices guapísimas. ¡Si hasta fue novio de Angelique Boyer! Una revista del corazón les hizo unas fotos se bañaban en una playa desierta de una isla perdida (o puede que fuera la playa perdida de una isla desierta, no me acuerdo). Y no ha sido la única. Al papá de Val, las novias nunca le duran más de un trimestre. A veces, cuando una acaba de marcharse y la siguiente aún no ha llegado, invita a su hija a acompañarle en sus viajes, que siempre son a sitios geniales. El curso pasado la invitó a Nueva York, en plena temporada de exámenes! Fue la envidia de toda la clase.

¿Sí estás pensando que si en mi clase votáramos al personaje que nos resulta más simpático, el papá de Val ganaría por amplia mayoría? ¿Qué todos mis amigos, incluyéndome a mí misma, querrían ser hijos suyos? ¿Qué no hay nadie en todo el colegio que no desee una vida como la de Val?

Pues te equivocas: en realidad, hay una persona que no querría nada de eso, y es Val. A Val no le gusta nada su vida, no está de acuerdo con las cosas que hace su padre y jamás le votaría como el personaje más simpático.

En fin. Las chicas somos un poco raras 🙄.

Val vive cerca de casa. Caminando, no se tarda ni quince minutos. Aquel sábado, después de poner el anuncio, me despedí de ella y enseguida comencé a sentir que los remordimientos se estaban organizando, como un ejército invasor dispuesto a atacar mi optimismo. Al principio, no me preocupé demasiado: uno de los efectos secundarios que tiene separarme de mi mejor amiga es que a los dos segundos de estar sin ella, ya no veo nada claro 🥰, bueno sino tengo mis gafas puestas 🤓...

En el camino hacia casa, me dió por pensar qué cara pondría Nayeli, mi maestra, de saber que había puesto a mi mamá en venta por internet. Se quitaría las gafas para arrugar mejor las cejas, como siempre que algo le parece fatal, y comenzaría a hacerme preguntas difíciles, de esas que no sé contestar porque me paso el rato pensando que no sabré contestarlas.

Fue entonces cuando me di cuenta de que los remordimientos se parecen al queso derretido. Ese que mi madre pone en mi plato favorito, la pizza de cuatro quesos: al principio, siempre parece poco, pero luego empieza a derretirse, a extenderse, a llenarlo todo, y cuando te lo comes te das cuenta de que, si llega a haber un poco más, habrías podido reventar.

Mis remordimientos aquel sábado, mientras caminaba hacia casa, también se extendían poco a poco, llenándolo todo, y también resultaban un poco empalagosos. Y eso que aún no sabía que antes de meterme en la cama ya habría en mi bandeja de entrada una respuesta a mi anuncio. Un comprador estaba interesado en probar los tacos de carnita de mi mamá..😏
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