Risitas y alguna sorpresa
Mientras mi mamá me cosía el botón, escribí una carta en papel para la señora Brillo. No tenía su correo electrónico, pero pensé que iba a ser su hija en la distancia, estaría bien acostumbrarme a escribirle🙄🤔 :
Estimada señora Brillo:
Soy su nueva hija. Me llamo Juls, pero si prefiere llamarme de otra manera, no me importa. Lo único que quiero es que no me diga lo que tengo que comer ni qué películas tengo que ver. Que no me obligue a hacer los deberes ni me prohíba utilizar el ordenador ni me obligue a comer verdura. Todo lo demás, me da más o menos lo mismo. Espero que nos llevemos bien y que sepa usted coser botones. Saludos a su hermana, mi nueva tía.
Juls.
Busqué a Val en el canal de conversación automática, pero no la encontré. La llamé por teléfono, pero tenía el móvil desconectado. Comencé a preocuparme de verdad 🤨. En ese momento, me llamó mamá para cenar. En el plato había patatas hervidas con acelgas y una tortilla francesa.
😲😧—No quiero cenar esto —dije—. Quiero un bocadillo, mmm un perrito seria mejor! Mi madre (que igual muy pronto iba a dejar de serlo) me miró de arriba abajo. Tenía al jitomate en brazos. Papá aún no había llegado de trabajar.
—¿Cómo dices ? —preguntó, atónita.
—Lo quiero de salchicha, con doble de queso y mucho ketchup, en un pan de esos blandos que venden en el supermercado. Ah, y una Coca-Cola. ¡Y me lo quiero preparar yo sola, sin que me ayudes! ¡Y comérmelo en el sofá, viendo tele!
Entonces a mi mamá le ocurrió algo muy raro: se echó a reir muuuuy fuerte 🤣, como nunca la había oído reír. Comenzó por soltar una carcajada de esas como una explosión😂🤣. Pero luego siguió otra, y otra más. De pronto, le faltó el aire y tuvo que sentarse. El jitomate estaba encima de ella y no sabía a dónde mirar. Comenzó a llorar😭, porque el pobre es tan pequeño que aún no sabe que reírse no es malo, aunque haga tanto ruido. Mi madre se dió cuenta y comenzó a reír más 😆😂🤣. Era como si le hubiera dado un ataque. Rió y rió y rió. Tanto, que tenía los ojos llenos de lágrimas. Tuvo que sacar un pañuelo y sonarse la nariz. Y aquello le dió aún más ganas de carcajearse. Cuando por fin consiguió pronunciar cuatro palabras seguidas, sin estallar de nuevo, dijo:
—Sí, hija, sí. Me quedó clarísimo. Adelante, prepárate la cena.... Y se fue al salón a darle el pecho al jitomate.
Fue todo tan raro que ni siquiera me dió tiempo a hablarle de Wang y Ling, ni a preguntarle qué le parecería si ellas fueran sus nuevas hijas y de paso gemelas.
—Tenemos una sorpresa para tí —dijo mi madre, muy misteriosa, en cuanto llegó papá.
Parecían nerviosos. Por un momento, sentí pánico: más o menos, aquella era la cara que tenían el día en que me comunicaron que iba a tener un hermanito. De pronto, temí que fueran a anunciarme una invasión de jitomates. Pero no. Prefirieron hacerse los misteriosos un buen rato más:
No vas a tener que esperar mucho. Debe de estar por llegar. A las nueve y treinta sonó el timbre del teléfono de casa, era muy raro que no me hubieran mandado a la cama todavía. Realmente, lo que estaba pasando debía de ser muy importante. Esperamos junto a la entrada como un ejército en formación. Cuando llamaron a la puerta, mi papá corrió a abrir. Era Val, acompañada de una señora a la que no había visto nunca. Enseguida me di cuenta de que mi amiga traía una maleta y una especie de cárcel de plástico donde viajaba su gata.
—Se va a quedar con nosotros una temporadita —anunció mi madre sonriendo—. ¿Estás contenta?
Tuve una especie de colapso neuronal 🙃😣. No sabía qué pensar ni qué decir. Además, no entendía nada. Me sentía como debe de sentirse el jitomate cuando nos mira hacer cualquier cosa. No lo entendí hasta que me lo explicó Val, despacito, un rato después.
—Se llama acogida, voy a estar con ustedes hasta que mi papá deje de viajar tanto, y pueda hacerse cargo de mí, lo arreglaron los psicólogos del colegio y otras personas que no conocía, pero tu mamá fue la que se ofreció a cuidarme y me asignaron a tu familia.
😲😱 Sentí algo que no había sentido nunca, me sentí orgullosa de mi mamá 😊, fue un poco raro supongo que por la falta de costumbre pero fue bonito, Val se instaló en el cuarto del fondo , que era el cuarto de invitados, ahí guardo todas sus cosas, pero iba a dormir conmigo por si le daba miedo y esas cosas.
Íbamos a compartir mi cama unos días, pero papá dijo que esa misma semana le comprarían un dormitorio como Dios manda. Otra vez me costó mucho trabajo dormirme, porque imaginar que Val estaba allí, justo detrás de mí, me hacía sentir unas cosquillas rarísimas en el estómago. Creo que era la emoción🤭.
—Mañana acomodamos la maleta —dijo mamá—. De momento, saca a ese pobre animalito de su caja y dale algo de cenar. Mañana será otro día chicas.
«Mañana será otro día» es otra de esas frases que a mi mamá le gusta repetir, aunque en realidad sea una tontería tan grande que merecería aparecer en el programa de concursos del papá de Val. Cualquier día de estos empezaré otra lista titulada Frases absurdas que pronuncia mi mamá, pero esperaré una temporadita para eso, ahora debo pensar como dormir con Val.
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Cositas En Venta TERMINADA
FanficJuliana necesita vender una cosita que ya no quiere. Y Val.... bueno Val será su acesora de ventas. Acompañenme en este relato corto y ligero. Es una clase de publicidad y mercadeo, con un lenguaje sencillo y fresco. PROHIBIDA CUALQUIER ADAPTACIÓN...