VI

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Se quedó completamente quieto. Quería girarse pero no podía. Escuchó la ventana cerrarse, y un tiempo después pudo voltear a ver, pero ya no había nada. Pudo escuchar unos pasos acercándose a él.

-Oye, Trafalgar, la alarma... ¿Trafalgar? - y corrió a ver qué le pasaba, el moreno estaba ido de sí mismo.

-Sí, yo sólo - e hizo una pausa. No acababa de asimilar lo que había pasado, así que pondría una excusa y se lo contaría luego. - tomo aire para ver a Lami

-Sí, claro. - dijo Kid, no muy convencido por la determinación que tenía Law hace unos minutos. Pero bueno, al fin y al cabo es un humano con sentimientos y no deja de ser el cuerpo de su hermana.

Law quitó la sábana y dejó al descubierto el cuerpo de Lami. Estaba en un estado desastroso. Cerró los ojos, contó hasta tres y sihuó. También tenía costuras, señal de que Shanks le había hecho una autopsia previa. Su cabello había sido rasurado, y en la zona del cuero cabelludo presentaba unas heridas no leves, no mortales. Pero lo que más llamó su atención eran óvalos dibujados en su cuerpo con algún objeto punzante.

Comenzó por su cara: su frente tenía una herida en la zona superior izquierda. Su nariz estaba quebrada, había unos hematomas en la zona, debido a la misma fractura. Al ver los ojos cerrados de Lami. Notó algo extraño. Al palparlos con delicadeza usando las yemas de su dedos, aclaró sus dudas: le faltaba un ojo. Abrió la boca del cuerpo, le faltaban los colmillos superiores e inferiores, y la paleta derecha estaba partida.

Bajó por su cuello, vio unos hematomas pequeños, y unas heridas por fricción, dedujo que había estado en contacto con un objeto áspero al rededor del cuello por un período considerable de tiempo. Bajó por su pecho. Lami sólo tenía 15 años, no estaba del todo desarrollada, pero pudo notar como le amputaron un pezón. No era un corte limpio, más bien algo desprolijo.

Siguió con los brazos de la niña, eran delgados y tenían algunos moretones. Las manchas rojizas se concentraban en las muñecas, con aspecto similar a el cuello, y otras que sorprendieron a Law, en el interior del codo, en el brazo izquierdo. Iba a seguir cuando Kid, que había estado sacando fotos y anotaciones detalladas, llamó su atención.

-Trafalgar, esas - y señaló las marcas del interior del codo - son de heroina, estoy seguro.

Law no habló, pero se acercó a ver con más detalle. Efectivamente, incluso había lo que parecía ser un pinchazo. Volvió al abdomen, estaba cubierto en su mayoría por esos óvalos. Iba a ver esa zona que tanto había estado evitando, cuando Kid volvió a hablarle.

-Mira - dijo señalando la zona lateral de las costillas - hay una secuencia numérica, y el 0 está encerrado. Los óvalos deben ser un 0.

Law no habló, de nuevo, pero sí lo escuchó bien. Suspiró aliviado al ver que la zona genital no había sido atacada de ninguna manera; todo estaba en su sitio y él se alegraba. Luego, le llamó la atención un hematoma enorme en el muslo derecho, y posteriormente, fue a sus tobillos. Estaban igual que sus manos y cuello.

Le horrorizó por sobre todo, que faltaran las uñas de los pies, así que, casi instintivamente, fue a revisar las de las manos, pero estaban en su sitio. Había acabado finalmente.

-¿Vas a darla vuelta? - preguntó el pelirrojo.

-No, sería muy sospechoso. Acomoda las cosas en su sitio.

Y así hicieron; acomodaron todo en el lugar correspondiente con mucho cuidado. Salieron finalmente del lugar, cuando Kid se frenó.

-Oye, Trafalgar, espera aquí, ya vengo. Casi me olvido de algo.

CicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora