Uno

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El día de hoy te vez preciosa, bueno, siempre lo eres pero hoy hay algo en ti que destaca más. No puedo descifrar muy bien de que se trata porque de todas maneras te encuentro hermosa.

No pienses que soy algún acosador, porque no es así, nunca haría algo semejante a eso. Solo declaró mis sentimientos hacía de ti por medio de este escrito.

¡Que tengas un lindo día, Farah!

Pd: Espero te guste la flor.




Farah sonrió un poco al terminar de leer aquella pequeña carta que recibía día a día, no sospechaba de quien podría ser pero lo valoraba mucho. Siempre pensó que las personas que se interesaban en ella, eran muy lindas porque hacían de todo para llamar su atención. Aunque ella tuviera novio.

Jungkook no tenía ni la más remota idea que su novia recibía cartas de algún chico desconocido, si fuera así, lo buscaría por cielo, mar y tierra. ¡Armaría la tercera guerra mundial! Por eso mismo, Farah se lo ocultaba muy bien y aunque no le gustaba la idea de mentirle a su apreciado novio, no había de otra. Le gustaba recibir cartas con un pequeño detalle. Y es que, ella no se percataba que esa persona acudía al mismo salón de clases. Ni que tampoco la observaba por muchos minutos, ¡conocía cada detalle de su rostro! Y no es que fuera algún acosador, Kim Taehyung está enamorado de Farah.

Pero ella ni siquiera lo notaba.

— Cariño — El llamado de su novio la hizo dar un brinco en su lugar. Estaba tan concentrada en la carta y en posibilidades de quien podría ser pero su mente se encontraba en blanco.

— ¿Si? — Con mucha habilidad, guardo la cartita dentro de su casillero junto a la flor de color rojo fuerte. Colocó algunos libros para despistar.

— ¿Vez algo raro en mí? — Sonrió grandemente, Farah observó el rostro de Jeon con mucho detenimiento. Parecía no haberse percatado de sus movimientos hábiles y repentinos.

Si, había otra perforación. Ahora esta se encontraba en su ceja.

— Otra perforación, me gusta — Jungkook la tomó de la cintura y besó con delicadeza sus labios. Se amaban demasiado, de eso no había duda.

Tal vez Jungkook a simple vista podía verse como alguien no muy bueno para Farah pero era tan delicado y tierno con su novia. Él siempre dejaba por fuera de los problemas a Farah, no quería que estuviera involucrada en sus temas por su bien. La chica tenía gustos de ese tipo hacía los hombres, su ex novio era igual solo que más drogadicto y por alguna razón, le gustaba eso. Cuando Farah vio a Jungkook entrar por la puerta del instituto vistiendo todo de negro, su cabello largo que te hacía volver loca, un sin fin de perforaciones  y su rostro era como esculpido por los dioses. ¡La volvió loca! Caminaba sin preocupaciones y con un cigarrillo en su boca.

Desde ese momento tuvo la iniciativa de hacer todo lo posible para hablarle. Y lo logró. A diferencia de Jungkook, Farah parecía una muñequita tan bonita, delicada y parecía que si le hacías daño podría quebrarse. Jeon miró en ella eso, su cabello largo tintado de rubio, sus ojos verdes miel, pálida como la nieve y un cuerpo precioso. Jungkook nunca había estado con una chica que parecía barbie, todas sus ex novias eran como su estilo. Pero su gusto cambio con Farah y se sentía orgulloso de ello.

Algunas veces, las amigas de Farah solían decirle que debería estar con un chico que tuviera gustos mejores por la moda y ese tipo de temas. Pero por supuesto que ella se negaba ¡Ella se derretía con ver a Jeon de esa manera! Y parecía que eran las únicas, pues el chico era demasiado popular dentro del instituto por lo guapo que era.

A lo lejos, Taehyung miró la escena algo triste pues él en verdad soñaba con estar en el lugar que Jungkook. Ella ni siquiera notaba día a día a Kim.

— ¿Te gusta? — Park Jimin se hizo presente en su mesa, aquel chico de cabello rubio que parecía un muñequito recién salido de su caja, era uno de los mejores amigos de Jungkook. Por supuesto que no podía confiar en él porque iría rápidamente a decirle que el gran Kim Taehyung gustaba de su novia.

— ¿Eh? — Fingió no escucharlo mientras jugaba con sus dedos.

— Que si Farah te gusta — Repitió.

— No, ¿porque lo dices? — Dijo, su voz siempre era tímida. En el momento que Jimin hizo presencia se obligó a bajar su mirada hasta su almuerzo o jugar con sus dedos, ni siquiera miraba a su compañero.

— Curiosidad, si es así, solo te digo que no tienes ninguna posibilidad, eh — Palmeo la espalda del chico de gafas, aquellas palabras le habían dolido un poco porque en verdad estaba enamorado de Farah. Aunque no siquiera entendía como, cuando y porque.

 Aunque no siquiera entendía como, cuando y porque

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LETTERE | KTH + JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora