Dionysus [KookV]

[¡20!]

Estaba recostado en el pasto mientras veía nubes y Yeontan intentaba cazar a una feroz mariposa que rondada por aquel pequeño prado.

Jimin y Jungkook estaban extraños, no de ese extraño cuando dos personas habían tenido relaciones porque esa extrañesa la conocía a la perfección, era más bien un extraño de ocultar algo y no querer hablarlo y le molestaba mucho. Sabía que no era un amigo del alma de todos ellos y que su vida libertina lo hacía lucir algo no tan confiable, pero no era su culpa eso y creía ya tener demostrado que podía ser alguien con quien todos contasen. Aparentemente ellos dos no lo vieron así o eso le daban a entender, Yoongi intentó convencerlo de relajarse y no pensar demás sin tener éxito en eso.

Después de todo, su primer novio oficial en toda su vida se comportaba extraño y distante con él... ¡Claramente estar preocupado eso normal! O eso pensaba.

Tal vez debería haber tenido relaciones con él, siempre la gente se tranquilizaba luego de buena acción.

O eso pensó en la desesperación de entender a los chicos que ahora mismo lo tenían con un dolor de cabeza creciente.

—Los mortales son complicados... sus vidas son cortas y hacen estas cosas, claramente uno tiene que tener sus dudas— le susurró a Yeontan quién lo ignoró porque la mariposa atacó ferozmente su nariz posandose en ella.

Ahora hasta su pequeño hijo perruno lo ignoraba.

Necesitaba definitivamente una diatracción.

—Oh~ Hermes, nuestro Dionisio tiene cara de muerto. ¡Lo perdimos para siempre Hermes!— escuchó la voz de Apolo quien apareció zarandeando a Hermes el cual se notaba fingía estar muerto.

—Apolo... estoy igual que él... huye y salvate mientras puedas...— dramatizó el otro fingiendo convulsionar.

Levanto su torso levemente del suelo y los miró con rechazo. Yeontan lo imitó solo porque su padre humano estaba haciendo caras graciosas.

—¡Esta vivo! ¡Logré revivir a nuestro amigo, Hermes! ¡Aún tienes esperanzas!— siguió molestando uno de los dos rubios.

Hermes gruñó ante eso porque seguía siendo agitado.

—Primero sueltame idiota, me terminarás matando de verdad— ironizó mientras reía y Dionisio suspiró ante el comportamiento de ellos dos.

Eso solía animarlo mucho, pero ahora necesitaba esa dósis de amistad por mucho más de lo normal.

—Chicos...— mencionó antes de comenzar a dejar salir sus lágrimas, tomando a Yeontan en sus brazos y ambos teniendo caras de cachorros abandonados.

Los dos quedaron impactados y se miraron entre si actuando de forma algo alarmada y no era para menos; no recordaban ver llorar a Dionysus en toda su existencia. Ni si quiera en la fiesta que hizo Rea luego de beber tanto derramó una lágrima o algo por el estílo y eso significaba que su amigo estaba pasando por algo que le dolía, debían encontrar la respuesta.

—Dio... ¿ocurrió algo?— preguntó Hermes con cautela y Apolo asintió mientras lo observaban.

El chico mientras era un mar de lágrimas los miró indignado. —¡No como crees Hermes! Adoro llorar, es mi pasatiempo favorito...

—Dio, tranquilo y cuentales a tus amigos tus problemas— intentó Apolo mientras que el cachorro el los brazos del dios reclamaba como diciendo; "no sean tarados y traigan comida".

Finalmente el dios terminó contandoles la situación a sus amigos y estos asintieron comprensivos, Hermes hizo aparecer algunas de las ofrendas que le hacían las cuales consistian en postres espectaculares que eran ofrecidas al dios. Cuando terminó el relato ambos rubios suspiraron.