"Kolem Newell"
Al abrir los ojos me dolía todo, sentía cada parte de mi cuerpo adolorido, haber dormido en un cementerio con Klaus claramente no había sido una buena idea.
Hablando de Klaus, este se encontraba aplastando me con su pierna.
Lo moví un poco hasta que abrió los ojos, el me miró ceñudo, cuando comprendió todo suavizó el rostro.
Se estiró y sus huesos crugieron como pollo frito, hice una mueca de dolor al tratar de ponerme de pie, pero con lo torpe que soy terminé cayendo encima de Klaus, él me ayudó acomodar me y quedamos cara a cara, pero yo estaba sobre él y cuando me refiero a él me refiero a su... eso, ustedes entienden, y como yo solo traía una camisa y unos shorts cortos, eso fue mucho más incómodo.
Mi mejillas ardían, podía sentirlo por completo.
Traté de ponerme de pie sin tener éxito, aunque ahora no fue mi torpeza la que me lo impidió, sino las manos de Klaus que estaban en mi cintura.
Dejé de respirar y me perdí en el azul de sus ojos.
Él no decía nada, solo se limitaba a observar me.
—Gracias por escucharme a noche —empecé a hablar para quitar un poco de tensión.
—De nada —contestó sonriente —Gracias por comprenderme y hacerme compañia.
—¿Eso significa que ya no me odias tanto? —pregunté haciendo un puchero, su vista bajo a este y lo borré de inmediato.
—Nunca te he odiado, no podría —me contestó soltando una carcajada.
—¿De que te ríes? —pregunté extrañada por su reacción.
—Tu pelo —Klaus mordió su labio para reprimir un carcajada, mi vista fue hacia ahí.
Toqué mi cabeza y quite una bola
de... ¿Nido de pájaro?Él comenzó a reír sin importarle la mala mirada que le di, cuando logró controlar su risa, peino un poco mi cabello con sus manos y me regaló una pequeña sonrisa.
—¿Quieres ir a comer algo? —propuso sonriendo con encanto.
Ese Klaus me encantaba.
—Yo nunca le digo que no a la comida —sonreí como él.
—Entonces ponte de pie y ayudame a levantarme porqué me duele todo el cuerpo.
Solté una risa, y quise levantarme, cuando lo noté, sus manos no se habían quitado de mi cintura, cuando este siguió mi mirada y vio sus manos las quitó en un rápido movimiento como en un gesto de: ups.
Y justo cuando iba a levantarme de nuevo, escuché un crujido, Klaus y yo giramos al uníso, encontrándonos con Kolem a unos pasos de nosotros, supe que era él por su cara de culo.
—Me dan náuseas —dijo sacando nos de nuestro pequeño shock.
—Kyler me mando por ustedes, ahora levanten se y siganme, antes de que me den ganas de vomitar y los deje aquí —empezó a caminar sin esperar nos.
Me puse de pie y me sacudí un poco, le tendí mi mano a Klaus para ayudarlo a levantarse, mala idea, si se puso de pie, pero nuestros torsos chocaron y nuestros rostros quedaron a escasos sentímetros, sentía mi boca seca y los latidos de mi corazón retumbaban en mis oídos, estaba nerviosa, nuestros ojos no dejaban de mirarse.
Kolem carraspeo sacando nos a ambos de nuestros pensamientos.
Me sonroje y seguí a Kolem en silencio, Klaus me siguió, sentí su mirada en mi en todo momento, pero no me volteé a verlo.
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Los chicos Newell
FantasiMisterio, suspenso, fantasía, mentiras, engaños, cosas inexplicables, amistades ¿Y por qué no? Romance también, pero...¿Están preparados mentalmente para esta historia? Por que estoy segura de que nuestra protagonista, no lo está.