Compromiso

927 66 86
                                    

—¿Quieres repasar? —Harry me pregunta y yo niego con la cabeza. Él no parece conforme con la respuesta—: Grace, tienes que aprenderlo, si dices algo mal vas a hacer que nos descubran.

—Lo sé. Lo aprendí todo —respondo con un hilo de voz por los nervios que me provoca la situación.

No sé en qué estaba pensando cuando creí que, vestida con casi un disfraz intentando parecer una chica como Charlotte, iba a poder con todo. Claramente, no puedo ni siquiera con una simple reunión.

—Bien. ¿Cómo nos conocimos? —Harry vuelve a preguntar, esta vez para asegurarse de que haya aprendido la historia que se inventó y que apenas hace unos instantes me ha dicho.

Mi estómago se convierte en un nudo. Puedo jurar que casi siento como el vómito sube por mi garganta, todo producto de mi nerviosismo. Siento mis piernas débiles y ni siquiera estoy de pie. Estoy aquí, sentada en el auto de Harry, mientras que él me observa con un gesto fastidiado. Harry luce guapísimo y creo que eso empeora un poco más la situación, pero ahorita mismo no puedo permitirme alagarlo mentalmente. Quiero salir del auto y correr a casa, quitarme este estúpido vestido y la plasta de maquillaje que tengo puesta en la cara.

—N-nos conocimos... —balbuceo. Doy un largo suspiro e intento estar segura, recordando lo que dijo Charlotte—. Nos conocimos en la universidad. Compartimos algunas clases y fue casi amor a primera vista. Tu intentaste acercarte a mí, pero yo siempre fui una chica difícil —uso un tono de voz serio, haciendo mi mayor esfuerzo para que esta no se quiebre. Realmente conocí así a Harry, pero no en la universidad. Me duele en todos los sentidos saber que él está usando nuestra pequeña historia para mentir, pero ahora no tengo los ánimos suficientes para discutir por aquello—. Pero no te diste por vencido tan fácil, así que insististe hasta que acepté tener una cita contigo. Han pasado cinco años desde entonces y aquí estoy, felizmente comprometida.

—Cuéntame de tu vida, Grace.

—Nací en Estados Unidos, pero desde niña vivo aquí en Inglaterra. Estudié en las mejores escuelas y tengo un título en Relaciones Internacionales. Mis padres murieron hace un par de años y, siendo hija única, me quedé sola —recito toda la historia que Harry me ha inventado. Me sorprendo a mí misma cuando caigo en que dije todo como si esa fuera mi verdad.

—¿No tienes ningún familiar? —Harry pregunta, fingiendo ser un extraño. El gesto fastidiado ha cambiado por uno de satisfacción.

—El señor McCarthy es mi tío. Era primo de mi madre. Solo me queda él.

—Bien hecho, Grace. Sabía que no me fallarías —el chico me felicita, conforme con lo que he dicho.

No puedo sentirme bien por su felicitación. Estoy demasiado ocupada en poner todo de mí para que mi estómago no regrese su contenido. Sé que probablemente luzco patética, que quizá he llegado a un tono pálido que me hace ver enferma y que el sudor comienza a arruinar el maquillaje. Es por esa razón que intento tranquilizarme, que todo estará bien, que Harry me lo aseguró mil y una veces.

Sin embargo, no puedo creer en el chico. No me transmite la misma seguridad que antes. Ni siquiera un poco.

Harry ha inventado una historia de mi vida y una historia de cómo nos conocimos. Me pareció algo estúpido e innecesario, pero me explicó que nadie iba a aceptar que se casara con alguien como yo. Dijo que, también lo hacía por mi bien, ya que, cuando todo esto termine y sea divorciada de Harry Styles, así podré desaparecer más fácil de todo y hacer como que eso jamás sucedió. Fingir que Grace Styles nunca existió, que simplemente fue temporal y se fue, retomando su anterior vida.

No obstante, no creo que Harry sea capaz de hacer algo así, de inventarse una vida solo para que yo salga librada de todo esto. Está más que claro que al chico le aterra la idea del qué dirán.

—Hemos llegado —anuncia Harry y me saca de la tormenta que estaba formándose en mi cabeza.

Yo no hablo. Las palabras morirán en mi boca porque no tengo la suficiente fuerza para hablar.

—Oh, antes de que lo olvide —rebusca algo entre los muchos bolsillos de su traje—. Usa esto.

Finalmente, de su pantalón de vestir negro, saca una caja pequeña forrada de lo que parece ser terciopelo negro. Él ni siquiera lo piensa antes de sacar un pequeño objeto redondo y brilloso.

Es un anillo.

Entre sus dedos índice y pulgar extiende en mi dirección el pequeño artilugio. Este despide un resplandor muy bonito, producto de la luz artificial que brinda el auto de Harry. Es color plateado y una piedra preciosa color rosa lo adorna. Es precioso. Sé que, si estuviera viviendo esta situación en un contexto diferente, ahora mismo estaría llorando y saltando de la felicidad. Muchas veces fantaseé con Harry entregándome un anillo. Por supuesto que, ni en mis más extrañas fantasías imaginé que me lo diera como si fuera cualquier cosa, en su auto, con una vida y familia inventada y a unos minutos de anunciar que estamos comprometidos. Supongo que las cosas casi nunca pasan como uno desearía.

—¿Tengo que usarlo? —pregunto y a los segundos me arrepiento. Es una pregunta tonta.

—Por supuesto, Grace. Sin anillo no hay compromiso.

No me muevo. No hago nada por tomarlo, porque no quiero. Sé que quizá me estoy comportando como una niña pequeña, pero simplemente estoy asustada. Harry sigue esperando a que me coloque el anillo, pero al ver que no lo hago, el chico toma mi mano izquierda y su toque hace que un escalofrío recorra mi cuerpo entero. Hace tanto que no sentía eso. El frío del anillo al tocar mi dedo anular hace que vuelva a la realidad y caiga en lo que acaba de suceder. Harry me puso el anillo.

—Listo —anuncia—. No lo pierdas, no fue nada barato —bromea.

¿Harry me compró un anillo?

—Grace, te ves demasiado nerviosa. Todo estará bien —habla casi en un susurro.

—¿Y si no es así?

—¿Qué tan difícil puede ser? Estaremos juntos toda la noche.

—¿Qué pasa si no nos creen? —mi voz sale algo rota.

—La gente cae fácil ante una pareja joven y feliz, ni siquiera se van a molestar en indagar.

Y, por primera vez, veo un atisbo del chico que antes me gustaba tanto. Ese del que me enamoré, ese en el que tanto confiaba. Por primera vez en mucho tiempo, me siento cómoda con la presencia de Harry, aunque sea un poco. Pero, quizá, no debo olvidar que él rompió mi corazón tantas veces como le fue posible...

—Vamos, muñeca. Hagamos esto de una buena vez.

Y entonces, salimos del auto.


N/A: Cortito, pero importante para la historia. He dejado algunas cosillas que, en un futuro, tendrán mucho que ver. Incluso las inconsistencias xd

Son mis diosas las que escriben casi 2000 palabras o más.

En fin, siento tardar, pero es que me estoy volviendo loca. No me sorprendería saber que ya nadie me lee jsjs. 

Ahre. 

Foto de como imagino a Harry. ¿Ustedes en qué época lo imaginan?

Gracias por leer <3.

Broken Hearts |HS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora