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No sé qué es lo que me pone tan mal. Si el hecho de que Harry haya usado aquel apodo que usaba cuando era mi novio o que, justo ahora, su mano esta sobre la piel desnuda de mi cintura que el vestido deja al descubierto, enviando miles de sensaciones eléctricas por todo mi cuerpo, haciendo que internamente, haya soltado miles de gritos.

Harry guía nuestro camino en dirección al lugar donde será la reunión. Hay muchos autos estacionados afuera estratégicamente para que les sea fácil salir. No me pasa desapercibido que, en su mayoría —por no decir que todos— son autos lujosos. Intento no verlos mucho, porque se supone que soy una chica acostumbrada a este tipo de cosas.

Una vez dentro del lugar, una recepción nos espera, donde hay unas cuantas personas conversando y riendo ligeramente, casi como si no quisieran que su risa fuera escuchada. Mi vista se queda sobre una señora algo mayor, quien usa un vestido rosa palo que le llega hasta los tobillos, con unos tacones del mismo color y el cabello recogido, enroscado en un extraño peinado, pero elegante al mismo tiempo. Me parece familiar, como si antes ya la hubiera visto en algún lado.

Como si ella hubiera sentido que alguien la observaba, gira su cabeza en dirección a nosotros y cuando nos ve, una amplia sonrisa se dibuja en su rostro. Noto como le da unos pequeños toques a un señor alto que se encuentra a su lado y él también voltea. Acto seguido, caminan hacía nosotros.

—Hola, mamá, papá —saluda Harry una vez que están a unos escasos pasos de nosotros. Yo me quedo quieta, esperando a que el chico haga algo.

Es por eso por lo que me era familiar.

—Hola, cariño —contesta su madre. Su padre solo le regala un ligero movimiento de cabeza—. ¿Es ella? —pregunta la señora en un susurro, sin importar que estoy aquí. Harry asiente con la cabeza.

Luego de eso, los tres me miran. Harry con una pequeña sonrisa de lado y los otros dos pares de ojos solo me observan de una forma extraña, la cual no soy capaz de adivinar. Me siento pequeña y casi puedo jurar que, si no se detienen, saldré corriendo y mandaré a Harry a la mierda con todo y su estúpido plan.

—Gracias por ayudar a Harry, querida —el señor extiende su mano hacia mí y yo correspondo el saludo. Este solo dura un par de segundos—. Grace Steel, ¿cierto?

Antes de contestar, miro a Harry, esperando que me diga qué es lo que debo hacer. El chico, asiente y yo respondo—: Sí, Grace Steel —repito.

—Harry en realidad necesitaba esto, gracias por ayudarlo —esta vez, su mamá habla, repitiendo el agradecimiento.

Es entonces, cuando entiendo lo que está pasando. Ellos saben que Harry está fingiendo todo esto. Saben que no somos pareja realmente, saben que su hijo se casará con alguien por apariencias...

¿A quién intentas engañar entonces, Harry?

—Bueno, Harry, vayan arriba —su papá nos invita a dejar la recepción—. En un rato los alcanzamos.

Harry nuevamente coloca su mano en mi cintura, enviando miles de sensaciones. Debo admitir que es difícil pretender que estoy acostumbrada a su toque, pero hago mi mejor esfuerzo para no lucir afectada por la cosa más mínima.

Entramos a uno de los elevadores, para nuestra suerte somos los únicos que suben. El silencio se hace entre nosotros, a excepción de la música de ambiente que suele ir en los elevadores. Sin poder evitarlo, comienzo a mover mi pie al ritmo de la música, ya que el camino comienza a parecerme largo.

—Te mueves mucho cuando estás nerviosa, ¿lo sabías? —la voz ronca de Harry hace que me detenga.

—No estoy nerviosa —miento—. Sé que todo saldrá de maravilla —el tono con el que hablo me delata.

Broken Hearts |HS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora