Preparatoria: amores y dolores.

Una nueva amistad

Nuevamente tocaba estudiar, pero no me importaba. Estaba tan feliz por haber disfrutado con Riley que no veía la posibilidad de que algo me arruinase el día.
Las dos primeras horas de clase tuve ingles. Luego tuve biología, así que volvería a ver a Mia. Estuve 5 minutos esperando a que llegara el señor Henry y a que llegara Riley. Quería preguntarle como le fue en el parque de diversiones.
Eran las 10:00 AM cuando llego el señor Henry seguido por Mia.
-Buenos días.-dijo el profesor.
-Buenos días.-respondimos todos en el aula.
El señor Henry se sentó en su escritorio y se puso a leer su agenda personal.
-Estudiantes- dijo el señor Henry-. El día de hoy saldrán más temprano-se escucharon algunos murmullos-. Al finalizar estas dos horas de clase saldrán y podrán ser libres. Si quieren saber la razón deben preguntarle a la directora.
Esas dos horas de clase se me hicieron eternas. Ya quería salir. No hable en toda la clase. Solo me limité a ver las horas decir Tik-Tok.
Al acabar la clase cogí rápidamente mi maleta y fui a mi casillero. Termine de poner todas mis cosas y fui a ver a Connor.
-No te vi en clase de Biología.-le dije.
-No fui. Me entere que salíamos más temprano y no quise asistir.-mientras él decía eso noté que Mia estaba en su casillero. Fui a verla.
-Hola Mia.
-Hola Fred. ¿Cómo estás?
-Bien y ¿tu?
-Bien gracias. ¿Cómo te fue ayer?
-Súper. Me divertí bastante. ¿A ti?
-Excelente. El castillo del terror realmente daba miedo.
-Es verdad.- Connor se fue acercando a mi y paso su brazo sobre mis hombros.
-Hola. Soy Connor.
-Hola. Soy Mia.
Luego de su saludo nos fuimos caminado. Connor fue hablando detrás en su celular mientras Mia y yo dialogábamos sobre el parque y el señor Henry. Ambos concluimos que él es un fastidio.
-¡Chicos!- dijo Connor-. Mi madre me ha dejado ir a cualquier lado. Vamos a la montaña de flores. Quiero ver si aún está el ángel que hicimos la vez pasada con las flores.
-Yo voy- cuando estas allá te diviertes mucho-. ¿Quieres ir?- le pregunte a Mia.
-Vale. Espérame y pido permiso.
Mia se alejo un poco del grupo pasa llamar. Connor se fue al auto y yo me quede esperando a Mia en el pasillo.
-Basta- dijo Maara que era perseguida por varios chicos lanzándole papeles. Salí corriendo a defenderla. Ella me vio y se hizo detrás mío.
-¡Hey! Ya basta.- le dije a los perseguidores de Maara-. Déjenla en paz.
-Aléjate- dijo uno de ellos.
-Es una chica nueva.
-¿Y?-dijo el mismo-. También tiene derecho a ser molestada.
-¿En serio? Ustedes también.- recogí un papel del piso y se lo lance al chico que estaba hablando. Maara tambien cogío uno y lo lanzo. Todos los que estaban alrededor mirando empezaron a notarse papeles. El chico y su grupo se fueron igual que Maara y yo.
-¿Estas bien?- le pregunté.
-Si. Gracias por ayudarme.
-Tranquila. Todos aquí son unos idiotas.
Ayude a que la chica se quitara pedazos de papel que tenía en su cabello.
-Fred- dijo Mia-. Si puedo ir.
-Excelente.-le respondí- ¿Quites venir tu también?- le pregunte a Maara.
-¿A donde?
-A disfrutar un rato-. Le respondí.
-Vale. Me apunto.
Fuimos al auto de Connor el cual estaba en la entrada del colegio esperándonos.
-Hola. Soy Connor.- le dijo a la Maara.
-Hola. Soy Maara.
-Bueno. Vamos.- dije finalmente.
Durante el camino al campo de flores cada uno escogió una canción para que todos cantáramos, luego de un tiempo nos pusimos a jugar "Veo, veo" el juego consiste en decir algo que vez en el paisaje y los demás deben adivinar que es. Es más divertido de lo que suena.
Al llegar al campo de flores todos salimos corriendo. Cada uno se comió un pedazo de sándwich que llevaba en mi maleta y compartimos unos paquetes que llevaba Mia. Nos divertimos bastante. Corrimos, hicimos ángeles en las flores, nos lanzamos flores e incluso jugamos cogidas. En este último juego me caí varias veces. Todos se reían de mi.
Al llegar el atardecer nos sentamos en el suelo. Disfrutamos la vista. Debíamos devolvernos, así que subimos al auto. Connor y yo ya estábamos sentados, pero Maara y Mia estaban cogidas de la mano viendo el atardecer. Se veían muy bonitas bajo la luz del sol ocultándose. Connor hizo sonar la bocina y ambas salieron corriendo hacia el carro.