Reflexiones por Dasha Grotvick

Ojalá

Ojalá me dejaras dormir, tu recuerdo vibrante no deja de acecharme. Cada noche luchó contra el deseo de tenerte cerca ya que fuiste todo para mí; fuimos nada, en realidad mucho menos o quizás mucho más pero qué más da, ya no importa.

Mientras trato de alejarme y no hundirme en tu memoria me tropiezo con esos momentos en los que te vi brillar, en aquellos donde fuiste luz en mi camino y en los que no me dejo de aferrar.

Es como si caminara en un espeso pantano del que es cada vez más difícil escapar. Que ingenua fui al creer que por escribirlo el sentimiento moriría y sería más fácil verte marchar, sin embargo aquí me encuentro un año después escribiendo de nuevo palabras que no vas a leer, torturandome en mi habitación con recuerdos de lo que fue y esperando que tal vez lo que imagino sucederá más tarde que temprano, pero lo hará.

Ojalá mi esperanza muera como lo hizo mi ilusión, ojalá no me atormenten más tus fantasmas y deje de ver tus ojos al soñar. Ojalá me olvide de tus labios y tu sonrisa tan peculiar, ojalá tus manos y tu voz se borren de mis recuerdos al despertar.

Solo espero poder dormir y dejar todo esto atrás, más mi mente juega sucio y me quiere ver mal, le gusta confundirme y darme que pensar pues odia cuando encuentro mi estabilidad.

Por ahora me despido, mi musa de rizos despeinados y mejillas sonrojadas. Buscaré el descanso una vez más, trataré de no buscarte en sueños e ignorarte si por error te encuentro, pero más que nada me esforzaré en soltar y decirle adiós a todo lo que siempre esperé.