Carta a las rosas rojas del jardín

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Hola, soy yo de nuevo.

Lo siento. Perdón si lejos de ayudar solo empeoré las cosas, juro que no era mi intención. Lamento no haber podido ayudarte, lamento que las cosas se hayan vuelto extrañas entre nosotros.

Sé que no debería buscarte, pero por alguna extraña razón te tengo cariño y eso hace que me preocupe tu seguridad y salud, realmente quisiera ayudarte, quiero hacerte saber que puedes contar conmigo siempre que lo necesites. A pesar del pasado, de lo que sea que haya pasado antes yo voy a estar aquí para ti siempre que lo necesites solo tienes que hacérmelo saber.

Te quiero y te extraño, aunque no debería. Sin embargo, extraño tu conversación y la sensación de tu compañía aún estando lejos, extraño tu risa y tu sonrisa, la paz que se siente a tu lado. 

Por último gracias por haberme regresado esa sensación de tranquilidad en esos minutos a tu lado, gracias por hacer que me olvidara del mal que hay en mí.

Reflexiones por Dasha GrotvickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora