CAPÍTULO 2: ¿De verdad?

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Valentina:

Acabo de salir del banco ¡qué de cola! ¡Puff!... ¿Qué hora es?... Miro en mi bolso buscando el móvil y para variar, me percato de que me falta la cartera. Siempre pierdo las cosas dentro del bolso. ¡Espera! Seguro me la he dejado. Me doy la vuelta y veo que hay un chico de unos 12 años que me la está trayendo.

- Tome, se la ha dejado en el mostrador. - ¿Ya me tratan de usted?¿Sabes? sigo yendo a fiestas.

- Muchas gracias, ¡menos mal!, ya iba a empezar a volverme loca, jajaja… - ¿Acabo de llamarme loca delante de un desconocido?... Sí que estoy loca.

- Jeje… - el chico soltó una risa incómoda, estupendo Val, ¿cómo lo haces?

Se da media vuelta y vuelve a entrar con su madre, o supongo que lo sería.

He quedado en ir a las 17.30 a ver un piso, todavía tengo una hora, me acercaré a mi casa a cambiarme y esperaré a mi hermana allí.

Bueno, toda historia comienza con un principio. Este es mi principio. Me presento, mi nombre es Valentina. Aunque prefiero que me llamen Val, todos me llaman así. Tengo 22 años y me siento de maravilla. Estoy a punto de empezar la que creo que será la aventura de mi vida. Estoy buscando una casa para irme a vivir con mi hermana y mi prima. ¡QUÉ LOCURA! ¿Verdad?

Desde pequeña, he tenido mucha conexión con mi hermana pequeña Vanessa. A parte de mis amigas, es la persona a la que le cuento TODO pero TODO. Además, tan solo nos llevamos veintidós meses. Sí, a veces es un incordio y nos enfadamos...gritamos...etc; pero aun así la quiero un montón.

Mi prima Valeria es como mi segunda hermana. Así que también estoy muy unida a ella y la quiero mundos. A todos mis primos en general. Tiene prácticamente la misma edad que yo, un curso más, es la diferencia. Cada vez que recuerdo un problema o necesitaba consejo de alguien la llamaba a ella. No sé, si tiene un año más, tiene más experiencia, ¿no?

Siempre hemos sido inseparables, tardes, vacaciones, juegos… todo juntas. Incluso sueños, de ahí vino nuestra alocada decisión, un día decidimos que por qué no, nos íbamos a vivir juntas; compañeras de piso conocidas, fiestas todas las noches, tres mujeres jóvenes y sin problemas. Obviamente queríamos la casa de nuestros sueños y nos enamoramos perdidamente ante la idea.  

Estoy estudiando medicina, así que soy de ciencias aunque, creo en dios, en el amor y otras cosas jaja. No soy buena científica en ese aspecto, pero mis profesores me dicen que es interesante ver mi punto de vista, aunque vaya contra todo lo que estudio. Esto me hizo dudar mucho sobre si de verdad quería estudiar esta carrera o sería fruto de que básicamente todos mis antepasados fueran médicos. Pero ya no hay vuelta atrás y me encantaría trabajar algún día de esto. Solo me quedan dos años y después, tendré que decidir la especialización, parece una eternidad.

Llegué a mi casa.

- ¿¡Hola!? - grité al entrar, no sabía si había alguien en casa.

- ¡Ay, hola señorita Valentina! - contestó Gina, nuestra asistenta. - Tus padres no se encuentran aquí.

- Ah vale, he venido a cambiarme, te dejo limpiar tranquila. - Sonreí, me sonrió y fui directa a mi habitación.

¿Qué me pongo… ? Me pondré una falda verde y una blusa blanca con unos tacones de Lolita Blu de piel de serpiente coloridos, mi hermana me los había regalado  hace poco.  Aprovechando el tiempo primaveral de hoy. Debíamos dar buena impresión, además, que mi hermana fuera la diseñadora de la familia, no era excusa para no vestir bien.

Minutos más tarde, llamé a mi hermana:

- Vane, ¿se puede saber dónde estás? - dije un poco desesperada.

- ¿Cómo, es que ahora me controlas? - ahora se enfada, genial. Puse los ojos en blanco.

- ¡No! Habíamos quedado en casa para irnos juntas. ¿Recuerdas?... es la quinta casa esta semana.

- Val, me queda poco ¡deja de acosarme!, estoy de camino.

- Vaaale. No podemos llegar tarde.

- Adiós.

Y me colgó. Que poco le gusta hablar por teléfono… Al cabo de diez minutos mi hermana ya estaba con su coche esperándome en la puerta.

- Llamaré a Valeria, seguro que no ha salido aún… estupendo, no lo coge.

- Va a llegar taaaarde! - Soltó mi hermana.

- Noo! Nos dijo que esta vez sería puntual.

- ¡Oh, vamos! ¡Por favor! Es Valeria ¿Cuándo ha llegado temprano? 

- Cierto, le escribiré un mensaje. - Se lo escribí sin esperar respuesta.









Hoy es sábado, no viernes pero ayer se me olvidó. Así que aquí tenéis el segundo capítulo escrito por Valentina. Espero que lo disfruten. Besos 😘

Amigas de la misma sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora