Veinticuatro.

1.1K 144 116
                                    

— ¿Sucede algo, linda? —pronunció Taehyung apareciendo frente a la menor con una pequeña sonrisa.

Hablar con Yuqi la había hecho darse cuenta de que no podía seguir haciéndose creer a sí misma que podría vivir el resto de su vida de esa manera.

La menor concluyó luego de escuchar más sobre el confundido corazón de su amiga en que debería pensar en lo que haría a continuación ella misma durante un largo tiempo, aunque lo cierto era que no le había tomado tanto tiempo como creyó que lo haría.

La muchacha finalizó en que efectivamente debía terminar con Taehyung. Su amiga se fue varias horas antes, y estaba a solas con su madre. Creyó que no había nada que sanara más rápidamente un corazón triste que los abrazos de su madre.

— Ven conmigo —murmuró la menor caminando hacia la sala de estar a paso lento.

El muchacho entró mirando confundido la actitud de su novia mientras cerraba la puerta detrás de él. La muchacha parecía estar exageradamente fría ante él, lo que definitivamente le daba mala espina.

— ¿Recuerdas cuando me preguntaste si creía que iríamos a algún lugar? —murmuró mirando sus manos, para después levantar la mirada para observar fijamente al muchacho sentado a unos centímetros de distancia de ella. Su novio asintió levemente—. Creo que tengo una respuesta.

— ¿Cuál es?

— No debemos seguir con esto.

Rápido, sencillo, sin rodeos. Su madre le dijo minutos antes que no debía alargarlo o sino se arrepentiría, y ella confiaba fervientemente en las palabras de su amada progenitora.

— ¿Qué?

— Hace cuatro años y cinco meses, cuando acepté finalmente salir contigo, estaba segura de amarte. Pero hace unos días pude entender que ya no lo hago, si es que alguna vez llegué a hacerlo. No sé cómo es que realmente confiaba en que alguien que había sido cómplice de una infidelidad podría ser el amor de mi vida.

— Amor, pasaron cinco años de eso. Te dije que todo fue una idiotez, que me arrepentía

— Taehyung, ese no es el tema. No importa cuánto te arrepientas ahora, porque tú y Somi no son el caso ahora. Por primera vez, no son la razón por la que esto no funciona.

El muchacho la miraba fijamente, no había ninguna expresión en su rostro. La menor lo miraba a los ojos, confiando por primera vez en que él estaría bien con su decisión y que sería lo mejor.

— Ya no estoy enamorada de ti. No lo siento, no hay magia, no quiero ni puedo imaginarme el resto de mi vida contigo. Necesitamos, ambos, dejar de fingir que podemos contra algo que desde el principio estuvo mal. No tiene porqué ser malo. Podemos aún intentar ser amigos si tú lo prefieres, pero yo definitivamente no soy capaz de continuar con todo esto, porque no hay nada que rescatar. No hay tiempo capaz de arreglar la mala imagen que tú mismo creaste con mis amigas.

Los ojos de la muchacha se habían cristalizado por el salvaje sentimiento de nostalgia que había comenzado a burbujear en su corazón conforme las palabras cortantes salían de su boca. Los ojos confundidos y apagados del muchacho frente a ella no hacían nada más que hacerlo más difícil.

— No hay razones suficientes para quedarme, y creo que esa es una buena razón para irme —susurró la castaña tomando el rostro del chico entre sus manos.

El mayor suspiró pesadamente y colocó sus manos sobre las de la muchacha mientras bajaba la mirada.

Lo cierto era que ambos eran conscientes de que la única razón por la que dolía era porque estaban acabando con su rutina. Ya no habría más besos divertidos ni razones para correr por las noches luego de una mala broma. Despedirse de algo a lo que estabas acostumbrado era igual de difícil de dejar algo que amabas, porque el vacío era igual o más grande al dejarlo ir.

𖥔 My First And Last ── soohua. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora