𖥔 My First And Last ── soohua.

Veintiuno.

Soojin cocinando era la nueva fantasía de Shuhua. 

La imagen era cálida. Su novia parecía ser una experta, y se veía increíble sin siquiera proponérselo. Sus delgados dedos sujetando con naturalidad la batidora preparando la mezcla para el pastel. 

Después de ir juntas a una peluquería para que Soojin finalmente regresara a su precioso color de cabello negro totalmente natural, ambas regresaron juntas al departamento de Taeyong para finalmente preparar el pastel de fresa, puesto que todo el plan al parecer había sido gracias a que Shuhua se lo había sugerido –aunque ella no lo recordaba– a Soojin horas atrás. 

Ninguno de los dueños del lugar parecía estar presente, pero al parecer ellas habían olvidado que esa no era su casa. 

— Soojinnie, ¿quién te enseñó a preparar esto? —murmuró Shuhua tomando un poco del glaseado con su dedo índice. 

— Eh, no hagas eso —se quejó Soojin dando una pequeña palmada en la mano de su novia para alejarla—. Solía cocinar con mi abuela cuando era pequeña, y desde entonces me sé la receta de memoria. Aunque honestamente creí que no lo haría muy bien, han pasado varios desde que lo había preparado por última vez  

— Pero es increíble —susurró la menor apoyando su rostro en sus manos mientras veía a su novia con atención—. Como tú. ¿Te he dicho antes que eres increíble en todo lo que haces? 

Soojin no pudo evitar pensar en lo adorable que su novia era. Rió levemente ante sus palabras para bajar la mirada y continuar con la mezcla para el glaseado del pastel. 

— No creía que fueras tan romántica. 

— No tienes idea del tiempo que he estado pensando cosas así pero jamás había podido decirlas —murmuró poniéndose de pie para caminar hacia el horno y dejar el pastel que su novia estaba entregándole—. Ahora que puedo decirlas no me detendré. 

— ¿Cuánto tiempo estuviste ocultándolo?

— Recuerdo que comencé a sentirme extraña hacia ti cuando cumplí dieciséis —comenzó a enumerar con sus dedos—. Y le hablé de ello a Yuqi unos cinco meses después. Luego Miyeon se enteró, y luego fue Taehyung, y honestamente no sé cuando se dió cuenta Taeyong, pero lo sabía. Igual Minnie. Creo que solo Soyeon no lo sabía. 

— Y yo —murmuró la mayor. 

— Sí, tú tampoco, pero no cuentas —la pelinegra caminó hacia su lugar una vez más para sentarse y prestar atención a lo que hacía su novia. 

— ¿Qué?

— ¿Quiénes sabían de ti? —cambió de tema de inmediato mirándola con inocencia. 

— Miyeon. 

— ¿Eso significa que ella fue consciente todo este tiempo de todo y aún así no hizo nada? 

— Conmigo fingía que no lo sabía y que jamás habías lucido interesada en mí. 

Shuhua soltó una carcajada pero cambió segundos después su semblante a uno serio. 

— Nos engañó todo este tiempo. 

— Es buena fingiendo —comentó la mayor girando de nuevo para tomar un poco de agua del vaso a su lado. 
   
  
Las dos muchachas terminaron su receta y decoraron el pastel con paciencia y amor, entre besos, bromas y abrazos. Cuando todo estaba terminado y también habían limpiado la cocina, ambas fueron hasta la sala de estar para ver alguna película que pareciera interesante en primera estancia mientras comían pastel y tomaban chocolate. 

A Shuhua le gustaba estar con Soojin. Jamás se cansaría de decirlo. Más allá de que la mayor la llenaba de mimos y adoraba como nadie más, su novia la hacía sentirse llena de paz, le dejaba claro que estaba en el lugar correcto. Y ella lo amaba.