Templanza. Si hubiera un adjetivo para definir cómo se había enfrentado Clarke a su fantasma, sería ese.
Lo fácil hubiera sido entrar como un elefante en una cacharrería y soltarlo todo sin ningún tipo de filtro. Pero si algo tenía claro es que ella tampoco era una roca. La quería. A rabiar, además. Lo que sentía por no era una tontería cualquiera: todos los amores que tanto se había esforzado en bloquear durante su adolescencia habían explotado en forma de su cantante favorita. Y eso no ayudaba para nada tampoco.
Sus ojos vidriosos, su silencio tras ver que sus justificaciones eran absurdas ante el problema, hasta su postura corporal hicieron que Clarke respirara dos segundos antes de tirar todos los cacharros por los aires. Y se sentía un poco menos dolida por haberlo hecho así.
Los días pasaban sin gran novedad: Clarke iba de casa a The Ark Récords y de The Ark Récords a casa, pasando de vez en cuando por la cafetería a ver a Octavia, y en ocasiones a Raven, que frecuentaba cada vez más su cafetería de confianza.
- Clarke, perdona que te pregunte esto, pero ¿sabes algo de Lexa?—Anya le preguntó desde la puerta de su despacho.
- Llevo dos semanas sin saber de ella, Anya—contestó, intentando no pensar de más— ¿Por?
- No ha venido a grabar. Ni ella, ni su equipo; y no saben nada de ella tampoco. Además hace un par de días me dejó tirada con una entrevista.
- Pues no te puedo ayudar, Anya. Ya te conté lo que pasó. –sentenció, dando por terminada la conversación y volviendo su pantalla.
- No sé a qué está jugando.—dijo para sí, pero en voz suficientemente alta como para que lo escuchara.—gracias, y perdona, ya sé que no es cosa tuya lo que haga o deje de hacer.
- No te preocupes, Anya, está todo bien. –mintió para auto-convencerse como cada vez que le venían a la cabeza ganas de escribirle un mensaje.
- Acaba con eso y vete al box—cambió de tema, olvidando por completo el anterior— quiero que produzcas al chico que está grabando ahora, quiero lanzarlo antes de que se acabe el año.
- Genial, en diez minutos voy.
La confianza de Anya en su trabajo cada vez era más frecuente después del éxito cosechado con el single de Lexa. Y eso le encantaba, porque no solo significaba adentrarse en lo que de verdad le gustaba sino que también le permitía abandonar los trabajos administrativos que estaban unidos a su función de ayudante de Anya.
Cerró todos los archivos que tenía abiertos, cogió su cuaderno y salió directa para el estudio. Producir unos temas le impediría pensar en nada que no fuera su trabajo.
Cuando salió de su pequeño despacho compartido oyó cómo Anya hablaba a gritos por teléfono. madre mía.
- Al parecer ya la ha encontrado. — Jasper también estaba al día del cabreo de la jefa.
Desde su conversación con Anya sobre "tengo que contarte que he dejado a Lexa" no dejaba de pensar cómo podría afectar eso a su trabajo. Anya solo le dijo un "esperaba que no, pero lo entiendo ¿estás tú bien?" con el modo maternal encendido que le había acompañado desde el primer día que puso un pie en esas oficinas y no, no lo estaba en ese momento, pero cada vez le costaba menos respirar tras haberse quitado esa espinita que la estaba martilleando. Si le volviera a preguntar ahora, probablemente diría que sí, que estaba bien. O eso pensaba.
Tener a su jefa colgada del teléfono toda la mañana, perdiendo entrevistas y horas de estudio seguro que entraba dentro de la categoría "afectar al trabajo". Y esa fue la única condición que le impuso el día que confirmó su relación con Lexa: que no afectara.
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[Clexa AU] Cuando me elegí a mí
Fanfiction[adapatación Clexa de mi otra historia] Clarke está a punto de acariciar sus sueños. Acaba de ser contratada por uno de los sellos más importantes del país y, además, su primer proyecto incluye a su ídolo musical. ¿Qué puede salir mal? Una his...