Pilar llevaba ya un buen rato teniendo un atracción hacia el co-capitán del equipo de lacrosse, el número 37, Jackson Whittemore. Él recientemente había terminado con su pelirroja novia, Lydia Martin, lo que Pilar tomó como una oportunidad para poder acercarse a Whittemore.
Pilie en esos momentos hablaba con Scott McCall del tema. Scott no estaba muy seguro de que esa combinación funcionara, ¿a qué me refiero con esto? a que Pilar era una chica de verdad adorable, tierna, la cual no le haría daño ni siquiera una mosca, era amable y generosa, mientras que Jackson era un presumido, narcisista y vanidoso, aún así, Scott decidió apoyar a su amiga para no darle inseguridades.
─Esta bien, acércate a él, pero recuerda, si te hace algo malo es un idiota. ─McCall le sonrió y dicho eso se fue, Pilar llevaba conociendo un muy buen rato a Scott y a Stiles, pero ellos aún no le decían lo que pasaba con Scott, es decir, ella creía que Scott había practicado mucho y que gracias a eso ahora le iba asombroso en el lacrosse y que su asma se había ido gracias a algún tratamiento...ella no sabía la verdad.
Sorprendentemente, Pilar y Jackson congeniaron bastante bien, digamos que mientras que Lydia y Jackson estaban juntos, él no notaba la existencia de Pilar, pero ahora sí, se le hacía una chica muy linda y adorable.
En esos momentos, Jackson y Pilar hablaban, estaban sentados en una mesa solos mientras Jackson mordía una manzana. ─¿Si te abrazo que haces? ─Preguntó el millonario de escuela pública.
─Te correspondo. ─Respondió.
─¿Y si te beso? ─Le preguntó nuevamente.
─Primero me pondría roja, luego correspondería. ─Respondió simplemente.
─¿Y si te invito a una cita? ─Preguntó el de ojos verdes mientras arqueaba una ceja y la veía.
─Diría que sí. ─Contestó.
─¿Entonces paso por ti a las ocho, nena?─Preguntó a lo que Pilar se sonrojó de sobremanera a decir verdad.
─¡Sí, sí, claro que sí! ¡Digo! Sí...─Contestó emocionada al principio pero para no parecer loca decidió calmarse y hacer como si todo estuviera calmado, aunque su corazón funcionaría como un motor para un camaro.
Jackson se levantó de su asiento, fue a darle un beso en la mejilla y después se fue de ahí, Pilar estaba tan roja como los ojos de un alfa, ahora tendría una cita, con el chico que le gustaba ¿eso podía mejorar?
Toda la tarde estuvo muy ansiosa y emocionada, de verdad se sentía orgullosa de si misma ya que son pocas las personas que llegaron a andar con sus crushes, como su servidora.
Cuando llegó de la escuela se metió a duchar, aunque ya lo haya hecho en la mañana antes de ir a esta, cuando salió decidió ponerse un vestido, era simple pero bonito, era blanco con flores color melón, estas flores tenían hojas verdes de árboles, este vestido era como de los años 50's, acompañado de ese vestido iban unos tacones de terciopelo color melón, dejó su cabello suelto pero cepillado, se puso una pequeña gargantilla dorada con un dije de una media luna, se puso unos aretes de bolita dorados, en sus muñecas y en sus manos decidió no ponerse nada. En cuanto al maquillaje se puso algo de rubor naranja, pero muy leve, sus labios color rojo bajito y poco de mascara para pestañas, se veía hermosa, muy linda.
Jackson llegó en su lujoso auto a casa de Pilar, tocó la puerta y fue recibida por su cita, ella vivía con su hermano mayor Philip, pero en esos momentos él se encontraba trabajando en la comisaría del alguacil Stilinski, él llevaba entre sus manos un ramo de rosas rojas, eran para Pilie.
─¡Oh, Jackson, muchas gracias! ─Le agradeció al contrario con una enorme sonrisa, tomó las flores y fue a dejarlas en un florero dentro de su casa, después de unos segundos regresó con el chico y ambos fueron a un restaurante, a diferencia de lo que se imaginan, no, no fue un restaurante en donde una orden de totopos costara mil dolares, fue un lugar bonito y sencillo.
Era en medio de un área verde, donde había un restaurante bastante romántico, era con mesas y sillas de madera, la mesa estaba cubierta por un mantel de cuadritos blancos y rojos en el clásico patrón de manteles para picnics.
─Sé que no es lujoso, pero pensé que te gustaría. ─Habló Whittemore con sus mejillas algo ruborizadas.
─¿Estas bromeando? ¡Me encanta, gracias, Jackson! ─Le dio un beso en la mejilla en forma de agradecimiento, después, los dos fueron a sentarse en una de las mesas, hubo un punto en el que Jackson se levantó y dijo que en un segundo volvía, se fue al baño y dentro de unos minutos se escucharon unos gritos, venían de todos lados.
Claramente Pilar se alarmó bastante debido a esos gritos ya que no eran nada normales, lo que pasa, es que Derek Hale ya llevaba un rato siendo el alfa, Jackson ya había sido víctima y ahora él era un kanima, es solo que no lo sabía, el kanima salió de ahí corriendo, asustado al haberse mojado con algo de agua, ahí, Jackson ( kanima ) vio a Pilar, se acercó a ella, pero algo en él, algo llamado Jackson, detuvo eso, no la atacó, al contrario puso su mano frente a la chica esperando a que juntaran sus manos así, ella podría ser la ama del kanima, pero ella estaba en shock por lo que no reaccionó, el lagarto salió corriendo a cuatro patas de ahí.
Un tiempo después, Pilar se enteró de que Jackson era ese lagarto, y ahora estaban teniendo una conversación acerca de eso.
─Seguramente has de odiarme...soy un mounstro. ─Le habló en el aeropuerto, el señor Whittemore decidió enviar a Jackson a Londres.
─No, claro que no, no eres un mounstro, eres Jackson. ─Pilar tomó las mejillas del recien nombrado, él soltó su maleta para poder sostener su cintura.
─Te amo.─El ahora mitad hombre lobo y mitad kanima juntaron sus labios en un beso lleno de pasión y de amor, de verdad que se amaban, y no se necesita ser sobrenatural para darse cuenta de eso.
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