Esa tarde Camus regresó temprano al departamento. Habiéndose ausentado solo un par de horas desde el medio día, eran recién las seis de la tarde cuando retorno al hogar. Nadie más que Reiji se encontraba allí.
Reconocía que estaba cansado, pero no dejo que aquello se interpusiera en su trabajo. Pudo haberse desvelado la noche anterior, no obstante, no permitiría que su compañero lo viera exhausto.
El tema de ayer había terminado con Ai sobre calentándose, sentándose en el sillón con él al lado y finalmente 'apagándose' y reposando su cabeza en su hombro. El peso sobre él no resulto agradable, pero después de aquella confesión por parte del menor no se atrevió a despertarlo. En aquel momento había reconocido fácilmente su pesar y se compadeció de su estado.
No dejare que termine así.
El menor ya estaba profundamente dormido para entonces.
No midió el tiempo que paso desde que adoptó su peso encima, pero definitivamente no esperaba ser contemplando con dicha postura por los recién llegados la noche anterior. En buena hora hizo creíble el agotamiento del peli celeste, aunque sabía qué aquello solo resulto ser una solución temporal a lo sucedido.
A todos los estaba afectando el mismo asunto.
-Myu-chan, ne Myu-chan- la insistencia de Reiji resultaba irritante, pero no podía ignorarla siempre, menos ahora que según la versión de Ai, el sería el primero en decir que no ante la posibilidad de continuar como Quartet Night.
- ¿Qué es lo que quieres? - se limitó a cuestionar sin dirigirle la mirada.
En aquel momento lo único que deseaba era prepararse un té y retirarse a su alcoba. Tenía en mente que el mayor no le permitiría aquello pronto.
-Te preguntaba si algo había ocurrido en el trabajo. Has regresado temprano.
Lo que daría por encontrarse solo en ese momento. Las preocupaciones del castaño eran usuales, pero no dejaban de ser excesivas. Termino de prepararse su té rápidamente y se sentó en la mesa de la cocina. El mayor lo acompaño sentándose en el sillón.
-Todo está bien- contestó agregando azúcar a su preparación. Esperaba que 10 cubos de azúcar fueran suficientes para contener su genio.
No solía discutir con Reiji, pero ganas no le faltaban. Tenía que ocurrírsele también como hacerle presente que sabía de sus intenciones y que no estaba de acuerdo con ellas. Desgraciadamente el mayor intuiría fácilmente que lo incomodaba si sacaba el tema. Llegar a él sin darle tiempo de adoptar una máscara y desviar el asunto resultaría todo un desafío.
Ai llegó antes de que siquiera comenzara.
- Tadaima.
- AiAi- lo recibió alegremente el mayor de todos.
En el semblante del recién llegado no había mayores cambios, pero sospechó de su comportamiento. De otro modo, no se habría aparecido con una caja de postres en sus manos.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
- Gracias por anoche.
Resultaba que el presente que traía consigo era para él. A su modo le agradecía haberlo ayudado, pero...
¿Alcoholizándolo?
No.
¿Verdad?
El retirarse a su habitación pasó a segundo plano cuando Ai le hizo presente la caja. Había traído cuatro porciones de diferentes postres de edición limitada de su pastelería favorita. Si aquella resultaba su forma de retribuirlo cada vez le hiciera compañía no le molestaría hacerlo más a menudo. Se guardó aquella opinión para él solo.
ESTÁS LEYENDO
Quartet Night Crash a Wedding
FanfictionUn bajo, un traje y un cabello rubio. Cinco años como grupo, un contrato por terminar y una boda a la cual asistir. La decisión que tomen marcara su futuro. Estarán dispuestos al sacrificio o no sobrevivirán al evento? Que tendrá Shining planeado...