VIOLENCIA

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Camus tocó la puerta en señal de respeto, pero dado que no tuvo respuesta, de todos modos ingresó. Había llegado al punto final de su paciencia y la poca tolerancia que todavía podía guardarle, pese a considerar sus acciones egoístas, se había echado a perder tras oírlo responderle de forma tan grosera a Reiji. Se había prometido a si mismo evitar que fuera herido de nuevo.

En buena hora, en medio de todo su enojo el mayor se había olvidado de ponerle pestillo a la puerta y esta se encontraba sin seguro que evitase el ingreso. Aprecio al mayor echado en medio de su cama, pero con la espalda hacia la puerta y su rostro con dirección a la ventana.

- Dije que no quería hablar contigo Reiji- habló Ranmaru con tono seco.

- No soy Kotobuki- respondió con entonación seria e imponente.

- Con más razón no quiero hablar contigo- reconoció el mayor de pésimo humor.

El conde se cruzó de brazos y cerró la puerta tras de él apoyando su espalda contra ella.

- Aclaremos un par de cosas antes que esto escale a mayores- comenzó de nuevo- El interés que Kotobuki tiene por ti es genuino, no lo eches a perder.

Ranmaru se removió un poco sobre su cama ignorando, dado a su mal genio, la revelación de que el conde estaba enterado de la relación que llevaban, más no llego a decir nada.

- Segundo, iras a América con nosotros, como parte de Quartet Night.

El peli plateado continuó en estado de negación. Hicieran lo que hicieran, dijeran lo que dijeran no conseguirían hacerlo cambiar de opinión.

- Y por último te presentaras en esa boda.

Con aquella pequeña frase la poca tolerancia que aún mantenía se vio de nuevo colmada. Dándose a entender que Camus y probablemente hasta Ai estuvieran enterados de sus estúpidos dilemas familiares era lo único que podría agravar su estado de ánimo. Blasfemó contra su almohada para acto seguido sentarse de forma súbita en su cama. Emanando una nueva ola de furia y rabia, contestó con el tono de voz más cabreado posible.

- Tu no me vas a venir a decir que hacer o no- volteó en su dirección para mirarlo con odio.

Camus no se dejó afectar por su amenaza y de igual forma lo encaro acercándosele.

- Escucharas lo que tenga que decir, te guste o no- declaró seriamente, descruzándose de brazos y deteniéndose en su delante y mirándolo amenazadoramente. Estaba dispuesto a hacer uso hasta de sus últimos recursos con tal de lograr su objetivo.

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- Salgamos un rato.

Ai quien se encontraba acompañando a Reiji en la sala, se paró de su asiento súbitamente y se dirigió al castaño. Presentía el porvenir de la situación dentro de la recamara de Ranmaru gracias a su habilidad de super audición. No necesitaba siquiera hacer ecuaciones para saber el desenlace de todas las posibilidades del asunto en ese cuarto.

Además, tampoco estaba dispuesto a dejar que su compañía lo presenciara.

- Acabo de volver- respondió el mayor luciendo cansado tanto por el altercado con el peli plateado como con la presente situación.

- No te lo pregunte- pero el tono con el que fue replicado no le dio lugar a quejas.

- Pero...- sonrió forzada y a la vez nerviosamente.

Ai le dirigió una mirada seria e imponente acallando con ella cualquier otra futura posible excusa.

- Tenemos que hablar- reafirmó el menor con autoridad.

Quartet Night Crash a WeddingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora