Five.

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Amber Moore

Pasaron dos semanas desde el encuentro con Daniel y he hecho lo que me pidió; mantenerme alejada de él; nos hemos encontrado por los pasillos de la universidad y en clases, sí, tenemos clase juntos. Y en todos esos momentos, mi corazón salta de emoción, pero mi cerebro me regaña, porque soy una idiota, Daniel no me quiere cerca.

La chica rubia que conocimos en nuestro primer día de clases, ahora es nuestra amiga.

- Es un idiota.- Exclama enojada Alexa, le conté todo lo de Daniel.- Iré a darle unas cuantas cachetadas, a ver si reacciona.- Intenta levantarse de las sillas del comedor, pero se lo impido

- No, Alexa, estoy bien, de verdad.- Trato de sonreír, pero me tiembla el labio.

- Debes pedirle una explicación, te la debe Amber, no es justo que te tenga así.- Toma mi mano y la acaricia.

- No me quiere cerca.

- Yo me encargo de éso.- Me guiña un ojo y me sonríe.

- Chicas.- Jessica nos saluda.

- Hola Jess.- Decimos al mismo tiempo.

- ¿Estás bien Amber?.- Me mira a mí, esperando una respuesta.

Voy a responder, pero me veo interrumpida debido a que Daniel entra a la cafetería del instituto y no puedo evitar mirarlo.

- Se llama Noah, compartimos una clase, pero es muy extraño, no deja que nadie se le acerque.- Se encoge de hombros.

Estoy intentando procesar lo que dijo.
¿Noah? Volteo hacia Alexa y estoy segura que tenemos la misma expresión en el rostro: Confusión.

Voy a contestar algo, pero las palabra se me atoraron en la garganta y la verdad ahora tengo más preguntas que ella no puede responder.

El timbre suena, indicando que las clases continúan.

- Buenos chicas, me voy a clases.- Alexa se levanta de su asiento y me da un beso en la mejilla y me susurra al oído, para que Jessica no oiga.- Todo estará bien, sí? Estoy para ti.

Asiento no muy convencida y le regreso el beso.

Se despide de igual manera de Jess, voy a lado de ésta y caminamos para nuestra clase; compartimos mismas asignaturas, debido a que estamos en la misma carrera; administración.

Entramos al salón y nos acomodamos en nuestros lugares, el profesor entra seguido de nosotras y comienza su clase.

No puedo prestar atención, estoy dándole vueltas al asunto.

- ¿Estás bien?.- Jessica me pregunta en un susurro para evitar ser oída.

- Sí, todo bien Jess

- Okey.- Contesta no muy convencida y saca sus útiles para tomar nota de lo que está escrito en la pizarra.

Regresamos nuestra atención a clase o por lo menos éso intenté, porque no pude evitar poner mi mirada hacia Daniel.

Terminada la clase, Daniel es el primero en salir; su actitud es otra, ya no es el mismo chico que conocí en secundaria.

Es la hora de la salida, estoy con Jess esperando a Alexa, cuando un auto negro se estaciona cerca de nosotros, se abre la puerta del copiloto y sale una mujer rubia, no puedo ver sus ojos porque lleva lentes de sol obscuros, trae pantalón negro de vestir; blusa blanca; y un saco negro; logro ver una placa de policía y mi ceño se frunce.

- Es mi hermana.- Habla Jess y me ve a mí, en mi rostro debe de haber un signo de interrogación, porque me explica un poco.- Media hermana, en realidad,por parte de mi madre; larga historia. Lo que no entiendo es, ¿Qué hace aquí? No me he metido en problemas, que yo sepa; además según ella estaba muy ocupada con un caso.

- Vaya.- Es lo único que sale de mi boca.

La mujer no nos ve, su vista está fija en un punto específico, sigo su mirada y me encuentro con Daniel caminando hacia ella. Ahora sí estoy más confundida que nunca. Éste sube al auto y la mujer copia su acción, una vez dentro el auto arranca.

- Éso si que fue extraño.- Exclama Jessica.

- Ni que lo digas.

Alexa y yo hacemos tarea, mientras su mamá hace de comer, ofrecimos ayudarle, pero se reuso y nos mandó a cumplir con nuestros deberes. Mi mamá me escribió hace un rato para saber cómo me estaba llendo en la escuela, le conté todo, omitiendo lo de Daniel.

En realidad no tengo mi mente concentrada en la tarea, Daniel ocupa la mayor parte de mis pensamientos, así es que decido salir un rato

- ¿Me prestas tu auto?

Alexa levanta su vista y me ve seriamente.

- ¿Para qué?

- Quiero salir un rato, a despejarme.

Ella suspira y se rinde.

- Está bien, pero cuídate, de verdad estoy preocupada por ti, no me gusta verte así.

- Estaré bien, siempre lo estoy.

Reviso el GPS para asegurarme que tiene las coordenadas de la casa de Alexa y así poder regresar, cuando veo que sí las tiene, sonrió satisfecha y procedo a encender el auto; manejo sin rumbo, sólo quiero perderme un rato; voy tan concentrada en el camino que no me doy cuenta de casi llego al borde de un acantilado, logro frenar a tiempo y me quedo impresionada, se logra ver el atardecer y es una vista hermosa.

Decido bajar y veo a alguien sentado al borde y me impresiona saber que descubro de quién se trata con tan sólo mirarlo de espaldas: Daniel.

Verte otra vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora