Seventeen

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Amber Moore.

Me miro al espejo y lo que veo no me desagrada; mi maquillaje es muy cargado, pero me hace lucir bien y mi peinado le da un toque elegante; tomo el vestido negro y me lo pongo, con cuidado de no quitarme maquillaje o despeinarme, una vez puesto, dirijo una última mirada al espejo y puedo notar que el vestido me sienta bien, pero no puedo estar tranquila del todos, no luzco así por una ocasión especial, sino, porque voy encubierta junto con Ian, es el día para dar el primer paso y estoy decidida a hacerlo.

Cabe destacar que estamos en la casa de Ian, según la detective era la mejor opción, para mantener la coartada de qué Ian es mi pareja, cosa que a Daniel no le gustó para nada; unos toques en la puerta me traen a la realidad y me apresuro a abrirla.

- ¡Wow! Amber te ves...- Daniel se ha quedado estático, viéndome de pies a cabeza y puedo notar un brillo especial en sus ojos, ésto causa que mi corazón brinque de emoción y se me seque la boca.- Totalmente hermosa.

Le sonrió.

- Gracias.- Me acerco a él y lo beso, con el deseo de transmitirle todo lo que estoy sintiendo ahora; nos separamos y lo invito a pasar.

Él toma asiento en la cama y me ve, sé que quiere decirme algo.

- Sólo dilo.- Lo invito a que hable.

- ¿Por qué haces ésto?

Medito un momento su pregunta y sé a que se refiere.

- Quiero ayudar Daniel, mis amigas vivieron una experiencia y aunque yo no estuve secuestrada, pude sentir la impotencia de todas las chicas, las ganas de ser libre y yo quiero darles éso; su familia está esperando por ellas.- Concluyo.

Puedo sentir que en su cabeza está teniendo una discusión, pero al final me sonrió ampliamente.

- Estoy orgulloso de ti Amber, eres tan bondadosa y fuerte.- Se levanta de la cama, se acerca a mí y me toma la mano, con su pulgar la acaricia causando que envíe una corriente eléctrica a todo mi cuerpo.- No te dejaré sola.

Éso hace que mi corazón salte de alegría.

La detective Beckett nos llama y salimos de nuestra pequeña burbuja.

- La hora ha llegado.- Me informa.

- Con este collar podremos ver todo lo que suceda y así realizar un reconocimiento facial de los asistentes, con la bolsa escucharemos cada detalle y éste pequeño audífono que se colocará detrás de tu oreja nos oirás a nosotros, ¿Entendido?.- Asiento, me entrega un bolso rojo, el collar de piedras plateadas y el audífono; coloco todo en su lugar y sonrió satisfecha. A Ian le proporciona también un audífono.

- Estamos listos.- Menciona Ian.

Su padre vendrá con nosotros, para no levantar sospechas y aunque juró que no haría nada para delatarnos, Ian no se despegará de él en toda la noche.

Estamos apunto de irnos, cuando tocan la puerta, miro a todos esperando una respuesta.

- Lo siento.- Se disculpa la detective.- Olvidé que mis oficiales llegarían.- Se apresura a abrir la puerta, se escuchan las voces de las personas y conforme se acercan puedo ver de quienes son; ella es una mujer rubia, bastante atractiva y él, alto, cabello corto castaño, barba estilo corta cuadrada, musculoso y demasiado atractivo.

- Chicos, ella es la Oficial Jennifer.- Señala a la mujer.- Y él el oficial Aron.- Señala al hombre.

Nos acercamos para saludarlos.

- Estamos encantados de poder ayudar.- Menciona el hombre.

- Sí, cuando la detective nos comentó del caso, no pudimos decir que no; mi esposo y yo llevábamos años persiguiendo a una red de trata, pero el rastro se desvaneció y tuvimos que dejarlo.- Aclara la mujer, ella me ve y me regala una hermosa sonrisa.- Tú debes ser Amber, la detective nos hablo muy bien de ti, eres muy valiente por hacer ésto.

- Gracias, sólo hago lo que es correcto.

Se acerca a mí y me da un labial rojo.

- Úsalo en caso de emergencia.- Me guiña un ojo.

Lo destapo y veo que se trata de una pequeña navaja.

- Hora de que inicie el show.- Habla el oficial Aron.

Daniel toma mi brazo y hace que gire hacia él para que nuestros cuerpos estén cerca, pega su frente a la mía y me da un tierno beso.

- Cuídate mucho, por favor.

Entramos al elegante lugar, es una especie de salón para fiestas; hay mesas colocadas estratégicamente, cada una con mantel blanco y una vela en el centro; las sillas son adornadas de la misma manera, mantel blanco.

Una chica se acerca a nosotros y nos saluda ampliamente.

- Señor Morgan, bienvenido.- Lo saluda de beso.- ¿Y ellos son...?

- Es mi hijo y su novia, vienen a conocer el lugar y a divertirse.- Guiña un ojo.

La chica nos sonríe amablemente y nos invita a pasar. Puedo sentir la mirada de cada hombre en este lugar, en otro momento me hubiera sentido bien, pero hoy no, sólo siento repulsión. Nos sentamos en una mesa y un hombre canoso, calculo unos 50 años, se acerca a mí.

- ¡Qué bella jovencita!.- Toma mi mano y le da un beso, me tenso.

- Relájate.- escucho la voz de la oficial Jennifer.

Hago lo que me dice y entro en papel.

- Muchas gracias.- Le sonrió coquetamente y le guiño un ojo.

Trato de enfocarlo bien para que hagan el reconocimiento facial.

- Perfecto.- Oigo que dice la detective Beckett.- Lo encontramos, se llama Maximiliano Guerra, importante en el mundo de los negocios y es socios en diferentes empresas de maquinaria agrícola.

La voz del padre de Ian llama nuestra atención y ambos volteamos a verlo.

- Iré a conseguirles información.

Ian lo ve con mala cara y éste parace notarlo.

- Tranquilo, dije que te ayudaría y éso haré.- antes de irse, Ian le da una advertencia.

- Si veo que anda algo mal, no lo pensaré y te mataré aquí mismo.

Su padre asiente y se aleja.

Me dedico a observar a mi alrededor y veo que muchos de los hombres que están aquí vienen con sus parejas o bien pueden ser amantes, qué importa, lo que no entiendo es cómo pueden hacerle ésto a otras mujeres.

Las luces se apagan y de la nada comienza a sonar la música, las luces se vuelven a encender y hay chicas en cada mesa, bailando, parecen estar drogadas; Veo quién está por nuestra mesa y dejo de respira en esos momentos, es Melanie, Ian parece estar igual que yo, pero éste aprietas los puños, un intento desesperado por calmarse. Mierda. Se levanta de la mesa, dispuesto a ir por ella.

- ¡Haz algo!.- el oficial Aron me grita, casi me revienta el oído, pero ignoro la sensación y reacciono rápidamente, tomo a Ian de la muñeca, obligándolo a girar, lo jalo hacia mí y lo beso.

Verte otra vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora