Give Me Faith © | Novela Cristiana

Capitulo 10

No entiendo a qué viene la pregunta de Patty, pero no me creo eso de que es por un recuerdo.

—Bueno, volviendo al tema, ahora ¿Has visto a Jared? Se ve mucho más hermoso con la piel así bronceada, se ve perfecto, trae como, ah no sé, es demasiado bello — dice Hannah.

—No me lo parece — le digo y ella rueda los ojos.

—Eso es porque tu solo te la pasas peleando con él, pero el chico es hermoso — me refuta.

—Si es tan hermoso por qué no te quedas con él — dice Malcom poniéndose de pie molesto. —Nos vemos Katty — dice, me da un beso en la frente y se va.

Hannah rueda los ojos restándole importancia y mira nuevamente a Jared —¿Vas a terminar con él? — le pregunto y ella me ve.

—No lo decido aún — me dice y asiento con la cabeza, la entiendo perfectamente, la chica ya debe estar cansada de tantas cosas que ha pasado, pero me asusta que por la forma en que está hablando de Jared vaya a enamorarse de él, ha hablado de lo lindo que es en muchas ocasiones pero no así, cuando a Hannah un chico se le mete por los ojos, es demasiado complicado sacárselo y ella hace lo imposible por estar con él, pero en esta ocasión Jared no puede hacerle caso.

¿Verdad?

—¡Jared! ¡Kattia! — se escucha un estrepitoso grito por lo que todos giramos la cabeza en dirección al grito. —Ustedes hicieron una promesa y no los veo con la camiseta — dice un chico de cabello castaño al que estoy segura no haber visto antes.

—No estaba aquí ¡Genio! — le grito de vuelta y varios ríen.

—Sé que no estaban, pero ahora si están, deben cumplir — grita y toda la cafetería grita a su favor y comienzan a armar un bullicio tal que mis amigas se unen.

Jared se levanta —¡Yo cumplo, pero Kattia debe cumplir! — dice y todos gritan más.

—¡Está bien! El lunes vendré con la camisa estampada — digo y todos gritan alegres, gente tan desocupada como esta.

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Estaciono el auto en la parte de afuera para ahora no tener que sacarlo nuevamente y me pongo el anillo en el dedo mientras comienzo a entrar cuando un auto frena muy cerca de mí.
—¡Oye idiota! — le grito a Jared y este me sonríe burlón desde el auto, termina de entrarlo y se baja, veo como el anillo vuelve a su dedo y saca su bolso del auto.

—¿Qué tal Blackwell? — dice en tono burlón mientras ambos entramos a casa.

—Cállate. ¿Viste eso? Por Dios el chisme en el instituto vuela demasiado, cuando salí al primer descanso ya todos me miraban y le oía murmurar — digo molesta y Jared se ríe.

—Es algo demasiado extraño debes admitirlo — dice y yo asiento.

—Eso lo sé, pero eso no quiere decir que deben demostrar la magnitud de su chisme de esa forma. — me quejo, por lo que Jared se burla, lo sigo hasta el comedor y un poco después llega la señora de la cocina con aperitivos.

—Hola Carla — la saludamos y ella nos enseña una bella sonrisa para después retirarse.

—¿Oye, realmente leíste la carta de esa chica? — lo cuestiono y él me mira.

—Si lo hice, se lo prometí — dice y sonríe —Sólo me confesaba lo atractivo que le parezco y que desde que llegó hace dos años ella está enamorada de mi —dice y me rio.

—¿Por eso le pagabas? — digo dándole una mordida al trozo de tarta que hay frente a mí.

—¿Pagarle? — cuestiona confundido — Ah, hablas del beso, ella se lo merecía, en serio de todas las cartas que me han dado me ha parecido la mejor, porque ella lo hizo de frente y dejó su nombre en la carta, las demás todas han sido anónimas — dice Jared y le miro impresionada.