13.

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Harin había sido amable con Baekhyun y de alguna manera, eso era suficiente para hacerlo sentir especial. Nunca lo habían hecho sentir de esa manera. Se habían conocido en la escuela secundaria, convirtiéndose en amigos. Desde ese primer día, Harin descubrió los moratones, golpes y cicatrices que Baekhyun tenía en sus brazos y piernas que intentaba ocultar con tanta insistencia. En ese momento supo que su padre lo golpeaba.

El señor Byun parecía ser un buen hombre, fingiendo amabilidad a toda costa, pero eran solo apariencias. En realidad era un hombre alcohólico que al perder a su esposa en el momento de dar a luz, decidió estancarse y culpar a su propio hijo de la muerte de su madre. De esta manera, Baekhyun había crecido lleno insultos, golpes y con la culpa sobre sus hombros, cargando la responsabilidad de una persona muerta la cual nunca pudo conocer. Su padre lo odiaba, lo aborrecía; porque su mujer por darle la vida a él, había perdido la propia. El hombre nunca se pudo recuperar y arrastró a su hijo con él a esa vida llena de miseria.

Baekhyun había encontrado amparo en Harin. El amigo que siempre estaba para él acompañándolo y haciéndole ver que el panorama no era solo de colores grises.
Fue en el segundo año de preparatoria cuando Harin le confesó sus sentimientos. Era mutuo, y su historia comenzó a partir de ese día, a escondidas y con cautela, ocultando todo bajo la alfombra para que nadie lo supiera.

A veces, aún lo recordaba.

Un chico más o menos de su estatura, de cabello negro despeinado con un lunar justo en la esquina de su labio. Tenía una sonrisa traviesa y era muy juguetón, siempre haciendo bromas tontas y molestando a Sehun, quien era su mejor amigo. En principio, siempre habían sido ellos tres.

Pero un día, eso cambió completamente.

~ • ~

—Espera... —rió, empujando al joven levemente con sus brazos y la sonrisa en sus labios.

—¿Qué te preocupa...? —susurró el otro acercándose peligrosamente a él de nuevo —No hay nadie aquí —murmuró, tomando sus labios nuevamente.

Era verano. La casa de Baekhyun vacía y solo ellos dos allí.

Harin deslizó sus dedos por la delgada cintura del chico y lo empujó a la cama, colocándose encima y comenzando a besarlo. Las manos de Baekhyun se aferraron a sus hombros mientras saboreaba los labios rosados del pelinegro.

Los besos de Harin eran dulces y peligrosos, adictivos. Le gustaban mucho.

Su camiseta fue quitada. Entonces cuando Harin quiso hacer lo mismo con la suya, la puerta se abrió con estrépito de repente.
No tuvieron tiempo a reaccionar, ya que el hombre de estatura baja y cabello canoso había entrado y tomado a Harin por el cuello, tirando de él hacia atrás.

Gritos, tumultos, maldiciones.

Harin trató de detener al hombre cuando este le propinó una fuerte bofetada a su hijo. Entonces, el próximo golpe fue para él.
El chico se mantuvo de pie, no queriendo devolver el puñetazo, pero cuando el hombre se acercó a Baekhyun para golpearlo nuevamente, se interpuso confiado. Lo único que se llevó fue una fuerte golpiza que lo hizo tumbarse al suelo, con el mayor encima golpeándolo incesantemente. Baekhyun gritaba y pedía por ayuda. Su padre olía a alcohol como siempre y estaba más enfurecido que nunca.

Empujó con insistencia a su progenitor cuando vio que Harin trataba de defenderse a toda costa. Este no se detuvo. Soltó unos cuantos puñetazos en el rostro del joven, llenando sus nudillos de la sangre ajena y su boca de blasfemias e insultos, después golpeando reiteradamente la cabeza del chico contra el suelo, fuera de sí y con brutalidad.
Baekhyun se quedó petrificado con el rostro pálido al ver al chico pelinegro lleno de sangre e inmóvil, tendido en el suelo. El hombre se levantó por la provocación de su hijo y le propinó un puñetazo que le hizo temblar las piernas y luego, caer. Fue en ese momento que le dio unas cuantas patadas en el estómago, costillas y luego en el rostro, haciéndole perder completamente la conciencia.

 𝒍𝒐𝒗𝒆𝒍𝒚 𝒄𝒉𝒂𝒏𝒚𝒆𝒐𝒍 ➳ chanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora