𝒍𝒐𝒗𝒆𝒍𝒚 𝒄𝒉𝒂𝒏𝒚𝒆𝒐𝒍 ➳ chanbaek

22.

-¡Hyung!

Baekhyun sonrió en cuanto lo vio y se acercó.

-Hey.

-Parece que hoy llegaste temprano~

El mayor rió divertido y le dio un leve empujón.

-Vamos. Hay que entrar.

En cuanto pusieron un pie dentro de la institución, la campana sonó. Chanyeol tomó del brazo al chico para llamar su atención y lo miró.

-¿Almorzamos juntos hoy? Prometo no quedarme dormido en la pupitre.

-Está bien -rió -Iré a buscarte a tu salón.

-De acuerdo. Nos vemos luego, hyung -saludó el chico alejándose.

Baekhyun se quedó plantado en el mismo lugar viéndolo irse por el pasillo contrario. Giró sus pies para descubrir el desértico corredor a sus espaldas y comenzó a caminar hacia su salón que estaba del otro lado del edificio. Habían pasado unos pocos minutos cuando llegó a su salón de clases, pero cuando estuvo a punto de abrir la puerta, fue tirado desde atrás por su mochila colgada en su espalda y pronto fue estrellado contra el suelo del laboratorio que había al lado.

Tosió y la parte izquierda de su cuerpo dolió, levantando la vista para ver a Jongin.

-¿Qué demon...?

El joven le propinó un puñetazo que le impidió decir algo y jadeó por el dolor latente en su rostro.

-Escucha, idiota -dijo -te lo he advertido antes.

Baekhyun tragó saliva parpadeando y atreviéndose a mirarlo.

-¿D-De qué hablas?

-¿No es suficiente con ser un marica? ¿Ahora también eres un bocazas?

-¿Qué...?

Una patada golpeó su espalda y jadeó, retorciéndose. Jongin sonrió y se colocó en cuclillas a su lado, tomándolo por el cuello de su camiseta.

-Si quieres culpar a alguien, culpa a ese imbécil de ojos saltones que siempre está contigo -le dijo con seriedad -Todo lo que te ocurra ahora, será por culpa de ese cabrón.

El aire del pelinegro se detuvo y lo miró casi asustado. Estaba hablando de Chanyeol, pero a la vez no tenía idea de lo que decía.

-¿...Su culpa?

-¿No lo sabes? -se burló -Ese hijo de puta se atrevió a amenazarme sobre decirle a la policía que golpeamos a un sucio homosexual, es decir, no es la gran cosa ya que a los demás no le importan las escorias como tú -escupió -pero, ¿enfrentarme? Hirió mi ego totalmente. Seguramente le dijiste que nosotros te golpeamos, ¿no? Entonces, tendré que hacerlo de nuevo para que cierres la boca y sepas que ya no debes abrirla.

Esta vez un puñetazo fue directo al pómulo del más bajo y las lágrimas saltaron de sus ojos al igual que la rabia por no atreverse a hacer algo. Era muy débil como para reaccionar.

Del otro lado del pasillo Chanyeol estaba volviendo con la sudadera del mayor en su mano. Se había olvidado de devolvérsela cuando se habían visto antes y suponía que le podía hacer falta ya que el clima estaba poniéndose frío. Cruzó el corredor contrario y se dirigió al salón de clases del chico. Se detuvo en la puerta observando a través de los pequeños vidrios que esta poseía en la parte posterior y de entre todos los estudiantes, no logró visualizarlo. Entonces tocó y la puerta fue abierta unos minutos después.

Un hombre más bajo que él, calvo con lentes y una corbata fea lo miró con molestia.

-¿Qué necesitas?