LISÉRGIDA ➬ KrisTao┃EXO

Capítulo 21 - KRIS

A través de mi ventana
veo el mundo en blanco y negro

con mis gafas de colores
y mis ojos de neón.
Llenaremos los pulmones de humo negro
viajaremos con las luces apagadas.
Esto es espiral y es todo lo que hay.

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Estaba sentado en el sofá cerca a mí ventana observado la noche a través de ella. Pensaba en todo y nada al mismo tiempo de verla, como si tu mente quisiera mantenerte en blanco pero también quisieran analizar absolutamente todo.

La pastilla de LSD que tomé no me hacían efecto en ningún sentido, pero de algún modo me sentía demasiado distraído. Era como soñar despierto, como si proyectaran las imágenes de mi mente al cristal frente a mí.

ZiTao estaba aparentemente dormido en la cama. Mientras yo permanecía en silencio.

De repente comencé a ver mi vida de diferente forma, a analizar en las cosas que había hecho a lo largo de mi vida y si eso le gustaría a mí progenitora. Claro que no, a qué madre le gustaría que su hijo sea un drogadicto secuestrador de un clan de narcotraficantes. Al menos no maté a nadie inocente hasta el día de hoy, mamá.

Podría vivir una peor vida, como también una mejor.

La universidad no era algo que llamara mi atención, pero al menos podría tener un trabajo 'digno'. Aunque claro, no tengo vocación presentes. No es como si de pronto quisiera aprender a ser Chef o empresario.
Miré de reojo a ZiTao. Podría ser fotógrafo cómo él. Aunque claro tendría que estudiar o simplemente retratar cosas sin sentido como lo hacía.

Podría fotografiarlo a él. Esos tatuajes atrevidos que tiene en el cuerpo y descubrir algunos otros. Sólo por simple curiosidad.

Algo de él me llamaba. Me hacía sentir ansioso, desesperado y luego relajado. Como si me drogaran de una forma extraña, que el efecto pasara de inmediato y luego volviera con mucha más fuerza. Lo percibía, percibía cómo el corazón se me aceleraba y comenzaba a empujar en un ritmo anormal, cómo la piel se me ponía distinta y de repente me sentía más complacido. No podía decir si era felicidad, pero sí era algo sumamente parecido. Como si todo valiera la pena.

Iba a acercarme a él para ver mejor su tatuaje. ¿Qué flor era esa? Nunca la vi, conocía muy pocas flores en realidad, las típicas rosas, claveles, tulipanes y algún que otro girasol al pasar por la calle. Luego no era como si me interesara.

La puerta llamó de repente y me acerqué a ella, tomando el pomo destrozado en el cerrojo y abriéndolo para encontrarme con BaekHyun.

— ¿Qué haces aquí? — Baek sonrió.

— Te traje flores. Idiota, necesito hablar contigo.

— Sabes que deberías estar dentro de tu habitación.— cerré la puerta detrás mío. Al menos superficialmente por la cerradura rota.

— Sí pero SuHo ya me vió y me dijo algo raro. Ven. — el comenzó a caminar a su habitación, pero no lo seguí.

— Si Tao se va, me van a cortar el cuello. ¡BaekHyun! — Él se detuvo y me miró con el ceño fruncido. BaekHyun enfadado. No era algo que conociéramos todos, ni siquiera yo.

— No se irá. ¡Es importante! — Parecía susurrar pero muy fuerte.

Con un suspiro sin más que hacer, le pedí a algún Dios que ZiTao no me dé más problemas de los que ya me daba el sólo hecho de su presencia.

Entré a la habitación de BaekHyun y él daba vueltas como un león.

— ¿Pero qué te ocurre?