- ¿Cómo te fue en tus primeras clases? - Pregunta Beka acercándose a mi luego de unas horas en clases. Yo sonreí sin poder evitarlo... tenerla cerca luego de horas sin ella me hacía feliz.
- Bien, aunque mayormente fue aburrido - Respondí.
Ambos caminamos por el campus y nos sentamos bajo un árbol un poco alejado del edificio y los demás.
- Entiendo... te tocó historia ¿No? -
- Así es, el profesor me comenzó a hacer preguntas solo a mi - Respondí.
- Si, así ese profesor, pero créeme que en cuatro meses o hasta que llegue un estudiante nuevo, dejará de preguntarte solo a ti -
- Hm... igual no me molesta, éstas cosas las he dado en mi mana... - Me callé al darme cuenta que estaba por decir "manada".
- ¿En dónde? - Pregunta.
- En la escuela a la que iba - Dije, ella entrecierra los ojos pero yo, para distraerla, la sujeté de la cintura y la hice sentarse junto a mi, recostado su espalda en mi pecho.
La noté sonrojarse y se intentó levantar pero yo no quería que se apartara, así que la sujeté con un poco más de firmeza en su cintura contra mi. Cerré mis ojos y disfruté de la compañía de mi Mate.
Pero entonces volví a abrir los ojos a la par que levantaba mi brazo frente al rostro de Beka y atrapaba con facilidad el balón de rugby.
- Wau - Dice Beka mirando el balón, pero yo me levanté y miré hacia los chicos que lo habían lanzado, y que ahora se acercaban a nosotros.
- Oye, que buenos reflejos - Dice uno - ¿No quieres unirte al equipo? -
- No gracias, no me gusta estar en un equipo con puro imbéciles - Les lancé el balón con tanta fuerza que el del medio cayó al suelo.
- ¡Diosa! - El grito de Beka llama mi atención por completo. La vi levantándose mientras miraba sorprendida al chico derribado pero tratando de ocultar su sonrisa.
- ¿Diosa? - Pregunté. Ella parpadea varias veces y me presta atención, parece sonrojarse un poco.
- Si... bueno... es que en las historias de... hombres lobo... hablan sobre ella y que es la madre y creadora de ellos, es la... -
- Diosa Luna... - Completé con una sonrisa de lado. Me parecía tan increíble que supiera sobre eso...
Es perfecta...
- ¡Si! ¿Cómo sabes? - Pregunta.
- Oh... es que... y..yo también leo mucho - Dije rascando mi nuca.
- ¿En serio? - Pregunta sorprendida.
- Si... - Respondí.
El timbre de cambio de hora nos interrumpe.
- Debemos irnos, hay deportes - Suspira con una mueca.
- ¿Qué tienes? - Pregunté.
- Es que... no convivo con los de aquí... y... - Aprieta su libreta contra su pecho. Yo no soportaba verla así, por lo que la abracé.
- Tranquila, estarás bien, sobrevivíste hasta ahora ¿No? -
- Sí, pero... -
- Nada de peros, vamos que se nos hace tarde -
Rodeé sus hombros con mi brazo y caminamos juntos hasta las canchas. Nos separamos en los vestuarios, ella fue a cambiarse y yo igual.
- Oye, nuevo - Miré atrás y terminé de colocarme la camisa - ¿Y todas esas cicatrices? -
Todos me estaban mirando esperando por una respuesta, yo solo caminé hacia la puerta.
- Qué les importa - Fue lo que dije antes de salir y golpear el hombro de los que tapaban mi camino.
Al salir vi hacia el vestuario de las chicas, todas estaban saliendo en grupo y hablando animadamente, pero atrás de ellas iba Beka... sola.
Aunque estaba hermosa... ese uniforme le quedaba tremendamente bien, ¿Cómo es que un uniforme puede hacer eso?
Entonces detuve mi admiración por Beka cuando escuché, gracias a mi sentido licántropo, que unos chicos estaban evaluando a las chicas pero hablaron sobre Beka. Gruñí por lo bajo y me contuve.
Si estuviéramos en mi manada ya los habría hecho entrar en razón para que no estuvieran hablando sobre el cuerpo de mi Mate.
La miré de nuevo y vi que estaba con la cabeza gacha y agarrándose el brazo con nerviosismo y vergüenza.
Las demás chicas la dejaban de lado, algunas hasta la criticaban. Me hervía la sangre ver por todo lo que tiene que pasar mi preciada Mate...
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ETHAN
Hombres Lobo¿Cuántos estarían dispuestos a repetir la universidad solo para estar cerca de su pareja? Bueno, ella no es exactamente mi pareja pero es la que estará conmigo el resto de mi vida, es la única que consigue llamar mi completa atención y la única que...