Manicomio 《Zabdiel De Jesus》 [Pausada]

《23》

Narra Richard

TN: no Richard no te vayas vente con nosotros!! -apesar de que ya tenía una considerable distancia lejos de ellos pude escuchar su grito, se que de alguna manera le estoy haciendo daño pero mi decisión ya esta tomada, esta será mi ultima noche, pero no voy hacer el único, sonreí mirando el galón con gasolina en mi mano, continué camiando con el humo a mi alrededor, envolviendome como si presintiera lo que esta a punto de pasar, estoy feliz porque por fin el sufrimiento que por años a estado conmigo como mi sombra se irá.....seré libre.

Me detuve frente a una puerta de madera, mi primera parada, disfrute por un momento de los gritos desesperados de la persona dentro, la abrí y entré, camine unos cuantos pasos antes de detenerme mirando amarrada a una silla a la persona que más detestaba, sus gritos cesaron para mirarme con terror, justo como por años había imaginado que sería.

Richard: ¿te gusta la nueva decoración, que le di? -señale a mi alrededor, sonriendo con burla- ustedes decían que aquí era el infierno ¿no?, y no se equivocaron porque si lo es, pero yo solo le di el último toque que le faltaba -me fulminó con la mirada, pero se que solo es una máscara para ocultar su miedo, se que tiene miedo, ella siempre me lo a tenido y se desquitaba torturandome- para no hacer el show más largo te voy a decir a que vengo -di vueltas a su alrededor- vengo a saldar unas cuentas pendientes pero no solo mías -me detuve frente a ella mirandoka- también de TN -la calma que había demostrado segundos antes desapareció, su rostro mostró la sorpresa que le causo escuchar aquel nombre.

Lorena: no se de quien hablas -levante una ceja sin dejar de mirarla, su voz es la misma, ronca, que cualquiera pensaría que es de un hombre, todo lo contrario a su figura.

Richard: ambos sabemos que si sabes de quién hablo, o tan rápido te olvidas de tus víctimas, las que tanto te gusta torturar -deje el galón en el suelo, cuando se dio cuenta de cual es su contenido, trato de liberarse de las cuerdas- le tienes miedo a una insignificante gasolina -pregunte con burla mirando el galón y después a ella. Espere tanto para verla de esta manera y si que valió la pena.

Lorena: te voy hacer pagar muy caro todo esto Richard, nadie me hace daño y se sale con las manos vacías -tal vez su amenaza me hubiera causado miedo en otra situación, pero justo ahora no lo hace, ya le e perdido el medio a todo.

Richard: lo dudo mira como estas, tu en esa silla amarrada -la señale- y yo aquí sin nadie que me detenga -apoye mis manos a cada costado de la silla, mirándola directo a los ojos- recuerdas esa vez que me torturaste hasta cansarte, disfrutando hacerlo, esa vez te dije que me lo pagarías muy caro -tome un mechón de su cabello rojo jugando con el- y tu me contestaste, "jamás en tu vida vas a lograr tocarme un solo pelo" -tome más de su cabello y tire de él con fuerza, se formó una mueca de dolor en su rostro- pero mira que estoy haciendo ahora.

Lorena: estas loco -ahora si demuestra lo asustada que se encuentra, rei con amargura al escucharla.

Richard: porque crees que estoy en un manicomio -baje mi voz y hable de forma lenta- no sabes cuanto voy a disfrutar verte sufrir -la sentí temblar.

Solté su cabello sabiendo que el reloj juega en mi contra, me alejé  y tome el galón quitando su tapa, sus ojos se abrieron alarmada al verme, camine alrededor suyo disfrutando jugar con su miedo justo lo que ella hacía.

Richard: sabes, siempre me a gustado convertirme en la peor pesadilla de las personas -dije cerca de su oído, derrame la gasolina por todo su cuerpo, sin dejar un solo espacio libre, cuando el galón quedó vacío lo arroje alguna parte de la habitación, empezo a derramar lágrimas- te voy a mandar directo al infierno.