My School's Prince

Capitulo 3

-Y así es como todos probaron lo que hice y les encanto, creo que sirvió de algo aprender a cocinar por mi cuenta desde que era niño.

-¿Entonces trajiste almuerzos para todos?

-Si, es bueno poder hacer algo útil para los demás.

-¿Y por qué no me trajiste a mi también?

-Se hubiera visto sospechoso-Explico algo triste el más bajo-De por sí traer la charola con comida ya levanta bastantes sospechas.

-Supongo que tienes razón, pero quisiera probar como cocinas, por lo que me dices solo presumes y haces que se me antoje.

-No es para tanto, no te emociones tanto o podrías decepcionarte.

-Por lo poco que llevamos conociéndonos dudo que me podría decepcionar de ti.

Masahiro sin saber que decir, bajo la mirada bastante avergonzado y decidió retomar la conversación inicial.

-Seria más fácil si volvieras a clase, así si podría darte un almuerzo sin temor a ser descubierto.

-Aún...-Empezó Hasekura volviendo a tratar de argumentar su punto de vista.

-¿No es seguro?-Completo Masahiro sabiendo exactamente a qué se refería el ojimiel-Hasekura, la semana está por acabar y deberías volver a clase, por tu propio bienestar. No estoy dudando ni un poco en que seas bueno y puedes recuperarte de lo que sea.

"Por lo que me has dicho, eres bueno prácticamente en todas las materias. Es por eso que siento que si sigues de esta forma estarás desperdiciando eso. Deberías pensarlo."

Masahiro miro fijamente al más alto tratando de transmitir la preocupación de su ser pero Hasekura desvío la mirada aún bastante inseguro.

Sin saber que más hacer, supo que no valia la pena seguir así. Suspiro con algo de cansancio y decidió distraerse un poco con su teléfono.

Al encenderlo, vio la hora marcada lo cual lo exaltó inmediatamente. Se levantó de un golpe, recogió rápidamente sus cosas del almuerzo junto con lo de Hasekura y se dispuso a irse.

-Espera Setagawa-Dijo rápidamente el más alto tomando la mano del rubio quién se detuvo momentáneamente-Todavía no han tocado, ¿por qué la prisa?

-Hoy toca clase de matemáticas después de la hora del almuerzo, debo llegar temprano.

Hasekura quiso preguntar más pero el otro se zafó de su agarre velozmente al mismo tiempo que corría hacia los salones, dejandolo con muchas preguntas.

Normalmente, el rubio esperaba hasta que tocaran y se despedía para irse, corriendo claro, pero siempre después del timbre, en esos pocos días juntos no había pasado eso de que se fuera antes.

¿Por qué especialmente ese día se tenía que ir temprano?

¿Qué había con esa exaltación hecha por el rubio al ver la hora de su celular?

¿Acaso la clase de matemáticas era muy exigente?

De hecho, recordando un poco, el segundo día después de haberse conocido Masahiro no lo había ido a ver justamente también por esa clase.

¿El profesor era tan malo como para causar ese tipo de reacción en el rubio?

Todo eso le estaba generando muchas dudas que decidió resolver de una vez por todas.

Masahiro tenía razón, tenía que confrontar todos sus temores algún día, no podía seguir huyendo de ellos para siempre.

Y parecía ser que ese día sería hoy.