ATEMPORAL | Ivar the Boneless |

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Hacía un calor sofocante y eso se podía notar sin siquiera salir del edificio en el que ambas familias se encontraban. Veías las vestimentas de la gente que pasaba desde la ventana de la habitación 502, en la que la familia de la joven Danae se encontraba.

Hoy iba a ser un día especial. El primero oficialmente de sus vacaciones de verano. La chica, junto con sus amigas, había convencido a sus progenitores de pasar una semana juntos lejos de la ciudad en la que todos residían; pues pasar el verano en una ciudad atestada de gente, era un verdadero pecado. Palabras usadas por ellas tres sólo para darles credibilidad a sus historias.

Los padres, nada tontos, habían accedido; pero no por la persuasión de las chicas, la cual distaba de hacerles entrar en razón, si no por el buen comportamiento que ellas habían tenido ese último curso, y para que nos vamos a engañar, porque ellos también querían despejarse.

La familia de Danae constaba de cuatro miembros, a cada cual más raro y especial.

- Hija, ¿estás lista ya?

Empecemos por Francesco Napoli, hombre italiano de carácter fuerte, aunque con sus hijos y mujer no lo solía sacar a relucir. Salvo casos especiales. Él le tenía un especial cariño a su pequeña Danae, ya que le recordaba a él de joven. O eso dice. Su mujer suele negarlo.

- Deja a Danae que se prepare y tú ven aquí y coge las bolsas, hombre. Señor, ayúdame.

Bianca Napoli -Rinaldi de soltera-, madre orgullosa y pegajosa a ratos. Mujer de creencias firmes y un poco estricta, aunque no por eso sus hijos la quieren menos. Ella, a diferencia de su marido, tiene una especial afición por su hijo Axe, aunque a Danae también la adora como a la que más. La que más deseaba estas vacaciones, aunque siempre se lo negara a su hija para no darle la razón. Riñas de mamá.

- Sí, papá, ya estoy lista. Desde hace exactamente dos horas, ¿por qué narices estáis tardando tanto?

Danae Napoli, nuestra principal protagonista. Chica de 17 años, ejercitada en cualquier tipo de arte desde bien pequeña, al igual que en los deportes. Tú dale una escoba y en lugar de barrer lo que hará será darte un concierto, y ya si se junta con sus inseparables amigas apaga y vámonos. Ella quiere viajar como la que más, conocer sitios nuevos que no sean muy conocidos, para así ya saber más que el resto. No me malinterpretéis, es una chica bastante humilde a la que le gusta ayudar a cualquier persona, animal o cosa. Siempre se pone por detrás del resto, pues aunque parezca una chica con carácter y de armas tomar, en el fondo siente que no es lo suficiente. Es por eso que siempre lo da todo. Sus amigas la describen como un ser de luz, pues tanto su físico como sus actos parecen dignos de otro mundo. Y ya si la escuchas cantar y bailar, tus dudas se resuelven. Su pelo negro como un cuervo ondulado y hasta la cintura, ojos heterocromáticos, uno azul cielo y otro verde manzana, resaltan contrastando con su blanca piel. Cuerpo de infarto digno de una diosa. Inteligencia descomunal que ha provocado que la cambien de colegio varias veces al ver que no encajaba, hasta que conoció a sus compañeras de crímenes y castigos.

- Oye, tata. ¿Me ayudas?

Y por último, pero no menos importante, Axe Napoli. 5 añitos nada más, y el ojito derecho de su hermana mayor. Siempre va donde va ella, es por eso, que este pequeño ser, también va a ser parte importante de nuestra historia, pues como he dicho, donde va ella va él. Son algo así, como... ¿una piña? Si no fuese por la diferencia de edad y la diferencia de conocimientos, cualquiera podría decir que son mellizos. Físicamente no se parece en nada a su hermana, si no a sus padres, de los que ha sacado el pelo castaño ceniza -por parte de su padre- y los ojos oscuros -por parte de madre-. Es por eso que se nota que Danae es adoptada, pero no menos querida por ello.

Después de esta pequeña introducción, volvamos a la realidad. Una realidad en la cual Danae está ayudando a su pequeño hermano con su mochila, pues él se había liado con las tiras de esta y era incapaz de ponérsela a la espalda.

- Ya está, campeón. Vamos, mamá debe estar echando humo por las orejas.

Esto provoca que su hermano se ría, pues todo lo que dice su hermana para él es genial. Es por eso que Danae lo adora tanto. Siente que con él puede ser ella misma, pues nunca la va criticar por ello.

Ambos se disponen a salir de la habitación en la que se encuentran para ir con sus padres, los cuales en cuanto les ven deciden bajar al hall, donde han quedado con el resto de familias. Sólo dos más.

Cuando llegan al hall, sus amigas con sus respectivos padres y hermanos ya les están esperando, y nada más ver a Danae ambas van rápido hacia ella.

- ¡Danae, tía! ¿Has visto la de chicos buenos que hay en este sitio? Deberíamos venir más veces -Grita Janne mientras repasa con la mirada a un chico de arriba abajo, lo que hace que el susodicho avance más rápido para huir de su mirada - Definitivamente, deberíamos.

Janne, la descarada del grupo. No tiene vergüenza y se quiere mucho a sí misma. Lo cual Danae envidia, pues a ella le encantaría hacerlo. Esta chica tiene el pelo corto y rubio, con ojos marrones muy oscuros. Es una chica bastante sencilla a la hora de vivir la vida aunque aparente todo lo contrario. Le gusta gustar y disfrutar de su sexualidad, al igual que al resto de sus amigas.

- ¿Pero quieres no gritar? ¡Así lo único que haces es espantarlos! -Grita de vuelta en un susurro Agda - ¿Así cómo vamos a hacer que nos miren, si vamos con una loca?

Agda, la bonachona del grupo. Aunque no os dejéis engañar porque en un instante puede cambiar de personalidad y ser la principal causante de problemas. Pelo largo a mitad de espalda color castaño claro y ojos de color miel. Al igual que a sus amigas también le gusta gustar, pero es mucho más tranquila.

Agda y Janne se conocen desde infantil, salvo Danae, que llegó al colegio en el que ellas estaban inscritas cuando tenía 10 años; aún así, las tres son inseparables. Las tres marías las llaman sus madres.

- Chicas, ¿nos vamos? - Ese es Daven, 21 años y hermano de Janne. Ella no lo sabe, pero Daven está colado de Danae y parece que es la única que no se da cuenta, pues sólo le ve como un amigo.

Ese día era especial por varias razones. La primera, como hemos dicho antes, por ser el principio de sus vacaciones de verano, y la segunda, porque se iban de acampada.

¿Qué podría salir mal?

Exacto.

Absolutamente todo.